«La sociedad se equivoca si centra solo el deporte en ganar o perder»

- ¿Qué se siente al volver a una final después de que el año pasado le dejaran fuera siendo campeón?

- Las cosas hay que tomárselas como vienen y me tocó quedarme fuera. Fue un golpe y estoy feliz de cómo le di la vuelta. Desde el primer momento trabajé con la misma ilusión. Psicológicamente fue duro, pero me sentí afortunado de tener a toda la gente cercana encima. Valoro más eso que los buenos momentos.

- ¿Eso le dio más ganas de afrontar el de la presente edición?

- No sé si soy un pelotari diferente al de entonces. Aprendí de esa situación.

- No afectó a su rendimiento porque luego se plantó en las semifinales del Manomanista.

- Mentiría si dijera que no lo pasé mal. Pero cuando me tocó jugar mostré un buen nivel. La pelota es lo que más me gusta, pero tenía muchas dudas de cómo iba a responder psicológicamente.

- ¿Le reconoció en algún momento Aspe que había cometido un error?

- No tengo nada que reprochar a Aspe. Dije en su día que respetaba la decisión. Estoy muy feliz en esta empresa porque desde el primer día el trato que me han dado ha sido muy bueno.

- ¿Ha sido este el campeonato de la reivindicación?

- No lo veo así. Solo quiero disfrutar y hacerlo lo mejor posible. Aspe confió en mí en su día y les estoy muy agradecido.

- ¿Qué supone jugar con Zabaleta?

- Estoy encantado. Lleva demostrando este nivel durante años y marca diferencias. Mi relación con él fuera de la cancha es muy buena. En un campeonato tan largo tener confianza para decirte cualquier cosa es importante.

- Al principio tuvo alguna duda. Jugar con un pegador así tampoco es tan fácil.

- No sé si fueron dudas. Al principio sí hubo algún partido que, aunque no jugué mal, no fui yo. Trataba solamente de defender e iba poco al ataque. Y mi estilo es el de jugar adelante y ser valiente. Luego cambié, he disfrutado y me quedo con eso.

- ¿Y eso cómo se logra?

- Hablamos, y todo es cuestión de confianza. Venía de no jugar el año pasado y al principio no sé por qué no traté de ser el pelotari agresivo que me gusta ser.

- El domingo jugará su tercera final y las gradas estarán vacías.

- Me da mucha pena. Nunca hubiese imaginado jugar partidos de este tipo y he tenido esa suerte. Y si me hace feliz jugarlos es por la felicidad que noto a mi alrededor y en el pueblo, y este año será diferente. Pero la salud es lo primero y nosotros trataremos de hacer el mejor partido posible.

- ¿Le ha sorprendido un debutante como Peña II?

- Tiene condiciones para estar arriba durante mucho tiempo. Está siendo muy valiente. Ha hecho un campeonato muy regular y, junto a Albisu, defiende mucho y es muy complicado enfrentarse a ellos. En la liguilla de cuartos fueron superiores a nosotros en los dos partidos por la velocidad que le dieron a la pelota.

- ¿Puede acusar el de Tolosa la presión en su primera final?

- No sabría decirlo porque ha habido de todo. Unos la han acusado, otros han dado exhibiciones... Hasta ahora ha tenido partidos importantes y en todos ha ofrecido un gran nivel.

- ¿En un duelo con dos zagueros tan pegadores se complican las cosas para los delanteros?

- Cuando quitan tan fácil la pelota es difícil. Muchas veces tienes que entrar de lejos y así tampoco se hace el mismo daño, ni es tan fácil encontrar los ángulos.

- ¿Son favoritos?

- De nada sirve ser favorito si luego en la cancha no lo demuestras, por lo que no le doy ninguna importancia. Veo un partido muy abierto.

- ¿Qué le da más miedo, no responder a las expectativas o que les ganen?

- Me gustaría dar nuestro nivel en la final y quedarnos contentos con el trabajo realizado, luego será lo que tenga que ser. La única manera de ganar es rindiendo muy alto.

- ¿Qué supondría la segunda txapela?

- Estar en la final ya supone mucho porque no estoy acostumbrado a jugar muchas. Soy muy competitivo, pero no creo que todo deba enfocarse a ello.

- ¿Y si no la gana?

- Yo soy el primero al que le gusta ganar, pero no todo es eso. Hay otras muchas cosas tan importantes como esa. El deporte también es una herramienta para transmitir valores a los niños como el respeto al rival, los jueces o los aficionados. Estoy contento de lo que me enseñaron de pequeño a la hora de enfocar la pelota, y creo que la sociedad se equivoca si centra solo el deporte en ganar o perder.