El saque de Laso descoloca al campeón

Juan Pablo Martín

Domingo, 10 de noviembre 2024, 20:37

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Unai Laso es el segundo finalista del Cuatro y Medio, que coronará a un navarro. El de Bizkarreta-Gerendian noqueó al campeón en su propio feudo. Nunca se había medido a Altuna III en el frontón Astelena y este domingo levantó los brazos después de un partido completo en el que su saque descolocó a su rival. La novena final consecutiva del guipuzcoano tendrá que esperar. El dominador de la especialidad en las últimas ediciones se vino abajo después de firmar un campeonato casi sin fisuras y demostrar que estaba en un momento dulce, lo que concede más mérito a la victoria del delantero de Baiko.

Tras un largo año de convalecencia por la operación de la cadera y un verano duro que le ha servido de rodaje, Laso está otra vez a un paso de una txapela. La del Manomanista la perdió en junio contra el guipuzcoano, pero tras su exhibición de Eibar se ha ganado el derecho a soñar. Gestionó a la perfección la tensión de un choque de estas características y se enfrentará a Peio Etxeberria el día 24 en el frontón Bizkaia.

Exprimió su derecha a la perfección en el primer golpeo y colocó la pelota en pared –sumó seis tantos con el saque– y restó bastante mejor que su oponente, al que no le entró la pelota bien en la mano y tampoco hizo el daño que acostumbra con la zurda. Acertó a la hora de dar el paso al frente para buscar la pelota de aire con lo que logró tener a Altuna III alejado del frontis, y estuvo agresivo y certero en el remate.

Encontró los puntos débiles de su oponente, algo que no resulta nada sencillo, a base de mantener la concentración y de generarle dudas porque al de Amezketa le costó cruzar la pelota con el disparo inicial, y en el cuerpo a cuerpo tampoco mostró la resolución de otras ocasiones. Las tacadas que logró el navarro le dieron el respiro que necesitaba desde los primeros compases y con ellas minó la moral del colorado, que no terminó nada satisfecho con el encuentro que realizó.

El primer saque correspondió al que vistió de azul, que aprovechó a la perfección las características de una cancha rápida. Con una tacada de cuatro dio el primer aviso. El de Aspe parecía que podía reaccionar tras recortar la distancia a dos, pero un error con su zurda facilitó que el navarro siguiera creciéndose al comprobar que Altuna III no estaba fino. Mantuvo su trabajo de maduración para llegar al primer descanso obligatorio con seis tantos de ventaja (6-12).

En el regreso a la cancha no hubo cambios de dinámica. El de Baiko siguió firme, mientras que el campeón sin encontrar la estabilidad que le hacía falta para tomar impulso. Los descansos que solicitó tampoco le permitieran ver la luz. Simplemente no era su día, y ante un rival lanzado pararle resultó imposible. Con el choque muy cuesta arriba (10-20), Altuna III logró su única tacada de cuatro tantos, pero a estas alturas el material había perdido brillo y Laso seguía encendido. Y mantuvo la cabeza fría para darse una alegría.