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Peio Etxeberria y Unai Laso, con el material escogido para la final de este domingo en el frontón Bizkaia. Jordi Alemany
Hasta que reviente uno

Hasta que reviente uno

Final del Cuatro y Medio ·

La agresividad de Laso y Peio Etxeberria augura un duelo intenso a nada que ambos mantengan el carácter mostrado durante el torneo

Sábado, 23 de noviembre 2024, 23:05

Después de saborear la esencia del Cuatro y Medio a cuentagotas por los abultados marcadores que se han registrado, los aficionados todavía están a tiempo de saciar su paladar en la final. Unai Laso y Peio Etxeberria se juegan este domingo (17.00 horas) la txapela con la que uno estrenará su palmarés en la distancia y, tras la agresividad con la que se han expresado a lo largo de la competición, todo apunta a un duelo a cara descubierta que durará hasta que reviente uno.

El dinero partirá a la par, con ligera tendencia por el que viste de colorado, un motivo más para la esperanza. Porque si ambos consiguen plasmar lo que hasta ahora han mostrado sobre la cancha se avecina espectáculo. Son los dos mejores restadores del campeonato, una faceta que vale oro en esta disciplina en la que cada vez se perfecciona más la jugada inicial porque es una bala segura.

Ambos llegan pletóricos de moral. El de Baiko después de dejar fuera a todo un Altuna III en el frontón Astelena de Eibar que es como su casa. Esa victoria, además del billete para la lucha por el título, evidenció la progresión mostrada por el Bizkarreta-Gerendiain en una disciplina a la que le ha costado adaptarse por las medidas. Pero su derecha está fresca y su lectura del encuentro rozó la perfección.

Peio Etxeberria accedió a la final tras endosarle 22 tantos seguidos a Jaka en el Labrit después de comenzar el encuentro encajando una tacada de seis tantos. Sin embargo, una final es un partido diferente en la que hay que gestionar otros aspectos. Y el que mejor lo haga partirá con ventaja. Al de Aspe le engulló la primera que jugó en solitario el año pasado. Ganar el Parejas con Zabaleta le permitió degustar la otra vertiente, pero está por ver cómo responde ahora cuando no tenga a nadie en quien apoyarse.

El de Baiko cuenta con algo más de experiencia en este aspecto, aunque en su anterior final del Manomanista no le sirvió de mucho ante una versión exquisita de Altuna III. Sin embargo, el hecho de repetir después de haberse recuperado de su operación de cadera hace que la encare sin tanta presión.

Romper a sudar

Aguantar. Ese será el lema con el que partirán ambos en el inicio de la refriega porque saben que si consiguen desplegar todas sus virtudes van a tener sus oportunidades. Pero para ello será necesario que ambos dispongan de tiempo para romper a sudar y entrar en el partido. El que antes lo consiga dará un paso al frente porque, con unas gradas con cerca de 3.000 gargantas animando, dominar los fantasmas no resulta nada sencillo y las tacadas pueden aparecer.

La velocidad será la tónica dominante en un frontón que deja jugar algo más que otros, pero que también requiere una buena toma de decisiones en segundos. El anterior antecedente entre ambos se lo llevó Peio Etxeberria por 19-22 tras un final de partido en el que a Laso le faltó algo de paciencia. Entonces los riesgos que asumieron a lo largo del choque no fueron excesivos. El de Aspe atropelló más y su rival abrió más ángulos. Esta vez está por ver cómo actúan en un duelo que devolverá a Navarra el entorchado un par de años después.

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