Quinta final consecutiva para Altuna III

El duelo de artistas se lo llevó el que vistió de azul. Porque además de magia en las manos y en la cabeza hacen falta más cosas en enfrentamientos de esta envergadura. Y a sus 36 años, el navarro no pudo aguantar con la propuesta más sólida de su oponente. Su chispa se apagó conforme el choque se endurecía y las pelotas perdían brillo. Aguantó hasta el ecuador de la contienda. 145 pelotazos intensos. A partir de entonces, Altuna III fue dueño y señor de la situación.

El de Baiko no quería un partido largo porque era consciente de que su motor tenía menos revoluciones. Arriesgar era su baza. Tantos cortos. Y lo intentó desde el inicio. No le salieron las cosas en el arranque, pero esperó su oportunidad y con una tacada de siete se puso por delante. Su derecha estaba fresca y con un buen saque aprovechó la siguiente acción.

Pero Altuna III no se inmutó porque se veía bien sobre la cancha. Tocaba sufrir y lo hizo. Buscó la velocidad y empezó a mover al de Leitza. A buscarle los pies y evitar que estuviera cómodo. Lo maduró poco a poco. Sin prisa.

El navarro siguió a lo suyo. Se jugó cada pelota a la mínima ocasión que tuvo. Trató de sorprender con el resto y se llevó un susto morrocotudo al golpear la pelota con el antebrazo cuando quiso soltar un sotamano que le hizo retirarse a los vestuarios porque la inflamación era importante. Regresó. El toma y daca siguió, y también la emoción por lo ajustado del resultado.

Pero tras el empate a ocho Altuna III comenzó a descoser la defensa de su rival y a encarrilar la contienda. Mejoró su jugada inicial y tuvo más oportunidades para entrar de aire. Los pocos tantos duros que hubo a partir de entonces también supo gestionarlos mejor. Bengoetxea VI poco más pudo aguantar. El parcial de 1-12 logrado por el que vistió de azul fue demoledor. El navarro tuvo un par de oportunidades para tratar de volver a entrar en el partido, pero sus fuerzas ya no eran las mismas y la claridad de ideas tampoco. Y jugar con el vértigo en una situación así es bastante más complicado. Un gancho que se le marchó fuera supuso el tanto 21 para el de Amezketa, y poco más tarde cerró el duelo después de otro error del colorado.

Hoy (17.00 horas) conocerá a su rival. Ezkurdia y Jaka miden sus fuerzas en el Astelena de Eibar por el segundo billete para el choque cumbre. El de Arbizu defiende el título. El de Lizartza es campeón del Manomanista. Muchos alicientes para un encuentro que promete.