El proceso judicial y un calendario comprimido dificultan reubicar la final del Parejas

Una vez marcada la fecha del juicio, las empresas tendrán la posibilidad de empezar a estudiar cuál podría ser la ubicación más adecuada de lo que resta de Campeonato de Parejas, aunque hasta la conclusión del proceso se desconocerá si harán falta uno o dos partidos para completar el torneo. El número definitivo dependerá de si la Sala de lo Social ordena o no la disputa del choque entre Ezkurdia-Martija y Agirre-Albisu, suspendido el pasado sábado 10. Si los jueces entienden que la derrota por 22-0 vulnera el derecho al ejercicio de la huelga, habrá que completar la liguilla. Si los magistrados avalan la determinación adoptada por Borja Osés, juez único, Ezkurdia y Martija pasarán directamente a la final. Por cierto, Julen Martija ya está disponible para jugar tras dar negativo en el último test realizado.

Independientemente de cuál sea la segunda pareja finalista, quienes tienen garantizada su presencia en el duelo por las txapelas son Olaizola II y Urrutikoetxea, pelotaris que no han secundado el paro convocado por la mayoría de sus compañeros de empresa.

Las apreturas del calendario impiden discernir cuándo podría tener lugar la final del Parejas. Todos los fines de semana están ocupados hasta el 30 de mayo. Primero con el Manomanista (23 de octubre al 22 de noviembre). Luego el Cuatro y Medio (27 de noviembre al 20 de diciembre). A continuación, en Navidades empezaría el Parejas de 2021, que se extendería hasta mediados de abril para dar paso, acto seguido, al Manomanista de 2021. Encontrar un hueco entraña dolores de cabeza.

Eso sí, la LEP.M ha anunciado que «procederá a llevar a cabo las actuaciones precisas ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para defender la decisión adoptada por parte del Juez de Competición». La premura entre la hora en la que se dio a conocer el auto sobre las medidas cautelares y el cierre del juzgado impidió a sus representantes legales actuar con mayor celeridad.

Una de las quejas principales consiste en que la Sala de lo Social ha actuado «sin ni siquiera dar a la LEP.M, y a las empresas que la conforman, la posibilidad de poder formular alegaciones y aportar las pruebas pertinentes en la legítima defensa de sus intereses». Es muy posible que mañana mismo la LEP.M y las empresas inicien otro proceso contra el auto que ha obligado a suspender la final de hoy.

Ni la LEP.M ni Baiko y Aspe pueden pasar por alto las consecuencias que la decisión del tribunal tienen de cara al futuro más cercano. El Manomanista está a la vuelta de la esquina y existe ya jurisprudencia para los casos de incomparecencia de pelotaris en días de huelga. La medida cautelar adoptada con la final del Parejas justifica nuevos recursos de pelotaris ante la posibilidad de que el juez único resuelva de nuevo con derrotas por 22-0 la ausencia de pelotaris que no se presenten en la primera ronda. Esta fase, según los planes iniciales de las empresas, coincidirá con el último fin de semana de paro del colectivo de Baiko, que se extenderá del viernes 23 al lunes 26.

Una vez entren en el bombo del sorteo, se apoderen de la condición de titulares y se les anuncie como participantes en las eliminatorias, estos pelotaris adquirirán un derecho que respaldará hipotéticas reivindicaciones ante los tribunales. Si alguien pensaba que una incomparecencia acabaría con el pase directo del pelotari rival a la siguiente ronda, el auto del viernes contradice ese planteamiento.

Ante esta tesitura y si la reunión convocada para el martes entre la dirección de Baiko y el comité de huelga no desbloquea las negociaciones, las empresas y sus representantes legales deberán analizar alternativas para evitar mazazos como el sufrido este fin de semana. Tropezar de nuevo en la misma piedra significaría prácticamente paralizar la competición a la espera de una sentencia sobre el caso Agirre-Albisu.