Una preparación a distintas velocidades

Es una preparación a dos velocidades. El de Zaratamo está cumpliendo con la planificación prevista para un encuentro de estas características en cuanto al físico y otros aspectos relativos a la final, pero no puede ejercitarse con la normalidad que le gustaría en el frontón porque su zurda necesita tiempo para volver a la normalidad y el hándicap es importante. Sin embargo, la prórroga de siete días concedida está teniendo su efecto porque, con los cuidados a los que se ha sometido, la mano ha mejorado. La zona amoratada ya se ha reducido de forma considerable y las molestias se localizan solo en un punto concreto que con el paso de las jornadas espera que desaparezca. Pero el contratiempo provocó que el entrenamiento que realizó el martes no fuera completo y se limitara a trabajar con la derecha, además de diferentes movimientos y tácticas. Esta mañana tiene previsto regresar al escenario de la final para realizar una nueva sesión que servirá para calibrar de nuevo sus sensaciones antes de entrar en la semana decisiva.

El que también pasará hoy por la cancha de Miribilla será Iker Irribarria. El retraso no ha supuesto muchos dolores de cabeza para el de Arama, que reaccionó rápido a la decisión de la LEP.M. Nada más conocerse, pidió que le programaran un partido de parejas para seguir encanchado y tratar de mantener las sensaciones con las que ha llegado a este punto de la competición. Hace tres jornadas también visitó el Bizkaia en compañía de su compañero Jokin Altuna y del técnico Jokin Etxaniz para efectuar una sesión exigente en la que terminó satisfecho. En su segunda toma de contacto con la cancha vizcaína se centrará más en el aspecto físico con su preparador, aunque la sesión también incluirá algunas fases técnicas. Tras ejercitarse en el frontón, ambos acudirán a la tradicional comida de campeones del Manomanista que se celebra en un conocido establecimiento de Sondika, que contará por primera vez con la presencia de los dos finalistas.

Los primeros días de la semana que viene son los señalados por ambos pelotaris para realizar el último entrenamiento antes del choque cumbre. Para el guipuzcoano será el broche a una preparación sin sobresaltos en la que todo ha transcurrido según lo previsto, mientras que para Urrutikoetxea será el examen definitivo para comprobar que su mano izquierda se ha recuperado como esperaba.