«Sé que poco a poco los jóvenes me quitarán el puesto», asume Bengoetxea

A sus 36 años, es consciente de que la edad no perdona y le cuesta cada vez más desplegar su magia en los cuadros alegres. «Los jóvenes son muy rápidos y potentes y, poco a poco, sé que me quitarán el puesto». La lesión de larga duración de Artola le ha abierto las puertas de la competición, aunque puede ser solo para un duelo. Su empresa solo le ha notificado que juega mañana en al frontón de Amorebieta. «No creo que sea el suplente oficial. Me tendré que ganar jugar partido a partido. Estoy mentalizado». Agirre es el otro candidato para las sustituciones, «y está jugando a muy buen nivel, por lo que tendré que competir con él para estos encuentros», destacó.

Los tiempos de pandemia han reducido el número de choques para los miembros de las plantillas que se han quedado fuera de las competiciones oficiales, por lo que les cuesta más coger el ritmo. Y si a eso se le añade que con el paso de los años la falta de continuidad se acusa más, a Bengoetxea VI se le complican las cosas. «Por eso quiero aprovechar este partido y no me planteo nada más».

Y será un enfrentamiento con cierto morbo porque el destino ha querido que tenga delante al pelotari por el que Baiko apostó en su lugar. Pero el de Leitza no tiene más ganas de jugar por eso, sino porque es un «duelo precioso que me hace mucha ilusión al que vendré a darlo todo».

Tendrá que hacerlo, junto a Aranguren, si quiere tener opciones a la victoria. «Peña II y Albisu son rivales muy potentes, por lo que nos tocará sufrir y arriesgar. Y si salen bien las cosas pelearemos», añadió.

Su presencia en lugar del de Alegia cambiará el choque para sus rivales. «Artola es un pegador y Bengoetxea VI tiene más peligro delante», reconoció Peña II. Para el de Tolosa tener que medirse al navarro después de lo ocurrido «no cambia nada». «Es especial medirse contra él por lo que ha sido y por lo que es, pero la presión va a ser la misma», reconoció. Porque tras dos encuentros en la élite, el delantero guipuzcoano ya ha notado el cambio de lo que supone. «La exigencia es mayor, tanto desde el punto de vista físico, porque los partidos se endurecen en las segundas partes, como por la presión. Si pierdes las semanas se hacen un poco más largas», subrayó. Además necesita ser valiente, porque si no termina el tanto «el rival lo hace porque hay mucho nivel», concluyó.