Peña II y Albisu, sin fisuras en Miribilla

Será la segunda final del delantero de Ataun en diez años de carrera profesional. Le ha costado, pero su regularidad por fin ha tenido premio. El de Tolosa se estrenará en un choque cumbre en su primera participación en el campeonato. Ayer, tras la conclusión del choque, estaba en una nube y no se quiere bajar.

Los guipuzcoanos se lo ganaron a pulso. Por su perseverancia y por compactar como han hecho en la mayoría de encuentros del torneo. Estaban ante una oportunidad de oro y jugaron con la cabeza fría y con la paciencia que requieren este tipo de encuentros decisivos. Regalaron muy poco y tuvieron el dominio de la situación en la mayor parte de la contienda porque el guardaespaldas de Ataun tiró de galones y de pegada. Peña II supo leer a la perfección el choque. Cargó atrás cuando vio apurado al zaguero rival, y no se le encogió el brazo cuando tuvo que entrar a matar.

Los colorados plasmaron lo que se había visto en los últimos encuentros. No están en su mejor momento de juego. El brillo que destilaban al principio del campeonato se ha ido apagando conforme llegaba el final. Lo intentaron, pero les faltó encontrarse para mover más a sus rivales y el parcial de 10-1 que encajaron tras el empate a cuatro les hizo trizas.

El choque arrancó equilibrado a pesar de la falta de saque de Peña II en el pelotazo inicial. Dio la sensación de que podía acusar la tensión pero se rehizo rápido. Los de Baiko mostraron sus cartas enseguida y comenzaron a cargar el juego atrás con la intención de anular a Altuna III. Mariezkurrena II trató de sujetar y lo consiguió a medias hasta el empate a cuatro. Fue a partir de ahí cuando la insistencia de los de Baiko comenzó a tener sustanciosos beneficios.

Su dominio se intensificó y luego todo fue cuestión de paciencia. Y la tuvieron. Albisu puso la pelota muy atrás sin prisa en numerosas ocasiones y las oportunidades llegaron para su compañero. El delantero de Amezketa tuvo que dar un paso atrás, no pudo enredar y el boquete que abrieron los azules fue decisivo. Ganaron en tranquilidad mientras que a los de Aspe se les hizo de noche porque no pudieron encadenar una tacada que les devolviera la esperanza. Cuando lograron ver algo de luz el marcador registraba un 7-18. Trataron de meterse el choque con un juego algo más reconocible, pero fue demasiado tarde. Elezkano II y Zabaleta ya tienen rivales en su lucha por las txapelas.