Peña y Albisu facilitan el trabajo a Olaizola II y Urruti

La operación no le ha salido bien a Aspe. Los responsables de la empresa de Eibar querían por lo menos mantener vivas hasta hoy las opciones de la pareja campeona en 2017 con Irribarria y en 2019 con Elezkano II, pero el tiro salió por la culata. Una de las grandes favoritas dice adiós al Campeonato de forma prematura cuando estaba llamada a pelear por las txapelas. Decepción. Por contra, Olaizola II y Urrutikoetxea se aseguran su presencia en el play-off del próximo fin de semana suceda lo que suceda en su duelo de hoy en el Bizkaia de Bilbao contra Ezkurdia-Martija (ETB1, 17.00).

Beñat Rezusta no está. Que en el 4-4 no vaya a por la parada al txoko de Jon Ander Peña que salió hasta el cuatro y que tampoco lo haga a la dejada del delantero tolosarra en el 15-19 significa que algo no funciona en un zaguero que durante mucho tiempo se ha distinguido por su facilidad para desplazarse sobre la cancha. Tampoco el muelle de su zurda se impulsa con la electricidad que hemos conocido.

Por eso ayer en el Labrit le dominó con semejante autoridad un Jon Ander Albisu en forma, muy metido en la competición. El ataundarra soltó los brazos, cobró cuatro tantos de sendos derechazos arrimados a la pared izquierda detrás de la línea del siete. Corrió para defender al txoko con rapidez y sentido. Reculó hacia atrás cuando hizo falta. Llevó la batuta del partido. Y enseñó la espalda a Rezusta con una frecuencia inusual hasta hace bien poco cuando enfrente estaba el bicampeón del Parejas, el zurdo que había disputado cuatro finales consecutivas de esta competición y esta vez queda apeado antes de lo que nadie imaginaba el día de la presentación.

Irribarria -ayer Elezkano II- y Rezusta han sumado solo cinco victorias a pesar de que los apostantes se han inclinado de salida por ellos en once de sus catorce partidos. Increíble. Si bien el juego invitaba a lo contrario, la cátedra ha mantenido hasta el final la fe en el potencial escondido de esta pareja

La entrada de Peña II por Laso, lesionado, parecía allanar el camino a los de Aspe. No. Los de Baiko mandaron en el peloteo desde el 7-7. Dispusieron de siete tantos de renta en el 11-17 y de cuatro en el 15-19. A esas alturas, Elezkano II jugaba ya sus mejores tantos y Albisu cometió tres errores seguidos. Hasta entonces había demostrado una seguridad a prueba de bomba. La ventaja se recortó a uno, 18-19. Partido abierto de nuevo.

Y emergió Peña II. Cuando más podía pesar la responsabilidad, acudió en ayuda de un Albisu que había llevado la voz cantante y en los últimos compases podía acusar el trote. Al final de un tanto largo y duro, remató a todas las esquinas y, con los rivales fuera de sitio, ejecutó una dos paredes para quebrar la racha colorada y poner el 18-20. A continuación, paró de zurda sobre la chapa y Elezkano II llegó al segundo bote (18-21), preludio del definitivo 18-22.

Su undécimo tanto de jugada confirmó que la apuesta de Baiko era la correcta. Se había ganado la oportunidad sobre la cancha y no defraudó. Todo lo contrario. Demostró primero paciencia para apoyarse en Albisu, jefe del peloteo, y después personalidad con determinación para cerrar la victoria.