«Parecerá raro, pero a mis 39 años tengo mucha ilusión de volver a jugar»

- Tres meses y pocos días después, ¿preparado para volver?

- Sí. Me he recuperado bien y en menos tiempo de lo que se esperaba. Confío en que de aquí al sábado que viene todo vaya como hasta ahora.

- ¿Tiene ya el alta?

- El lunes haré una prueba a tope y lo normal será que me la den entonces.

- ¿Se le ha hecho larga la recuperación?

- No. He estado mentalizado para poner todo de mi parte. Comparada con otras lesiones importantes que he tenido, como la del ligamento cruzado, ha sido una dolencia bastante fácil de llevar. A partir de los quince días ya hacía vida normal y eso es muy importante.

- El aspecto mental también tiene mucho que decir en este aspecto.

- En eso nunca he tenido problemas. Desde el principio tenía muy claro quería recuperarme bien y que no iba a tener prisa para hacerlo. He hecho todo lo que me han dicho los médicos y la fisioterapeuta.

- Regresa con todas las garantías.

- La lesión está curada. La última resonancia que realizamos así lo muestra. He hecho varias pruebas y entrenamientos a parejas y todavía se me carga un poco la zona, pero es normal.

- ¿Ha quitado el miedo ya?

- Del todo no. Todavía tampoco salgo a tope. Como es normal me cuesta darlo todo en los esprines o las frenadas, pero jugando cogeré la confianza necesaria.

- Al principio lo pasó mal.

- Más que nada me dio mucha pena porque estábamos muy bien en el Parejas. Estaba ofreciendo un buen nivel y siempre había querido jugar con Albisu. Pero cuando ocurrió me mentalicé para volver lo antes posible.

- ¿Cuántas veces se arrepintió de aquel último sprint en el entrenamiento?

- Al principio muchas. El entrenamiento estaba prácticamente terminado y tengo costumbre de trabajar un poco más la velocidad porque con la edad es lo que más cuesta.

- ¿Se le pasó por la cabeza que con 39 años podía estar al final de su carrera?

- Nunca. La edad está ahí, pero lo más importante es cada uno cómo esté. Todavía estoy dando un nivel bueno. Tengo contrato este año y el que viene y mi intención es terminarlo. Luego habrá que ver cómo reacciona el cuerpo pero, por ahora, estoy jugando muy a gusto.

- ¿No ha tenido ningún contratiempo?

- Ninguno. He estado en las mejores manos. Con Iñigo Simón, el médico de la empresa, y llevo 20 años con Mikel Sánchez que siempre ha acertado en el diagnóstico y me trata muy bien. También es muy importante el trabajo de la fisioterapeuta Itxaso Sánchez.

- ¿Qué sintió la primera vez que saltó a la cancha?

- Mucha alegría. Para un pelotari lo peor es estar parado. Ves a los compañeros jugando...

- ¿Tiene hambre de pelota?

- Siempre. Me encanta la pelota y el mundo que le rodea. No solo jugar de blanco, los entrenamientos... Estoy ilusionado por volver a jugar, aunque a mucha gente se le haga raro por mi edad. Yo disfruto.

- Hace un año estaba preparando la final del Manomanista.

- Así es. Esta temporada me toca estar fuera, pero desde que entreno le ayudo un poco a Urrutikoetxea.

- ¿Será posible que vuelva a jugarlo otra vez?

- No sabría decirlo. Ahora lo más importante es jugar a Parejas y sentirme bien de la lesión. No estoy pensando en ello. Y el año que viene será muy complicado porque ya tendré 40 años. Aunque si por una cosa u otra me veo bien... Ya veremos.

- ¿Siente envidia?

- Sí y no. Ahora estoy centrado en mi recuperación pero, como es normal, a todo el mundo le gusta jugar ese tipo de partidos. Tampoco es algo que me obsesione. Ya he jugado bastantes finales, por lo que tampoco tengo mucha envidia.

- ¿Cómo ve las semifinales?

- Muy abiertas. En el mano a mano es muy importante estar bien el día del partido. Juegas solo y si tienes cualquier contratiempo el rival te gana fácil. Urrutikoetxea está entrenando muy bien, alarga muy bien la pelota con las dos manos y está centrado. Pero Ezkurdia también juega muchísimo. Tiene la confianza que antes le faltaba para estar en las finales.

- ¿Irribarria es favorito contra Elezkano II?

- Un poco, pero Danel es el segundo año que está en semifinales y eso quiere decir algo. Es un pelotari muy peligroso que la gente no pensaba que podía jugar así en el mano a mano y ha demostrado que se amolda muy bien. Ha dado un gran salto y me alegro por él, porque se lo merece.