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Altuna III y Laso se saludan tras el final de un partido durísimo en el Ogueta. Blanca Saenz del Castillo

Ovación cerrada y el Ogueta en pie

Laso-Imaz 22-Altuna III-Tolosa 21 ·

Laso e Imaz suman su primer punto en las semifinales del Parejas tras un partido durísimo en el que Altuna III y Tolosa vendieron cara su derrota

Juan Pablo Martín

Domingo, 12 de marzo 2023, 21:41

Se la ganaron a pulso. El frontón Ogueta les tributó una cerrada ovación en pie al final del choque. Había vivido el partido más largo y duro del campeonato -se cruzaron 866 pelotazos en 105 minutos- y los cuatro protagonistas se la merecían. Por el ... espectáculo, pero sobre todo por el derroche realizado. Laso e Imaz se llevaron el premio en el duelo más largo y duro del campeonato, y que desde hace mucho tiempo no se veía en la cancha vitoriana. Ya tienen su primer punto en la liguilla de semifinales. Con el cuerpo descompuesto del esfuerzo, pero felices después de remontar un enfrentamiento que se les complicó en exceso durante la primera mitad, pero que lograron remontar a base de constancia y de mejorar sus prestaciones en la segunda.

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Altuna III y Tolosa viajaron en dirección contraria. Y el físico terminó por pasarles mucha factura. Sobre todo al zaguero de Anoeta. Hasta dos veces tuvo que entrar en los vestuarios para que el médico le atendiera de los calambres que sufría en las piernas, y a partir del 19-20 moverse en la cancha le costó horrores. Ahí se fueron una buena parte de las opciones de los de Aspe. Altuna III tuvo que jugar prácticamente solo y en una situación así aguantar resultó mucho más complicado.

La cancha vitoriana es muy exigente para los zagueros por el peso que coge la pelota en los cuadros largos y el segundo tanto, de 80 pelotazos, fue un vaticinio de lo que podía llegar. Sin embargo, en esta fase de la contienda, la mayor parte cayeron del lado azul porque Tolosa estaba fresco y tenía a Imaz a sus espaldas, y porque Altuna aprovechó la circunstancia para abrir huecos frente a un Laso incómodo que tuvo que retrasar su posición para ayudar de aire a su compañero y perdió efectividad en el remate.

Ocho tantos de ventaja

Para el ecuador de la contienda la ventaja de los guipuzcoanos fue de ocho tantos (3-11). Los colorados pusieron trabajo pero les faltó brillo. Sin embargo, poco a poco, comenzaron a pulir sus deficiencias y todo se empezó a nublar para los de Aspe. Imaz fue de menos a más, los tantos se alargaron y comenzaron a caer del lado de los vencedores.

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De esta forma llegó el empate a doce, el primero de los ocho que se produjeron a partir de entonces, tras 475 pelotazos que ya indicaban que alguien podía a caer de maduro. Tolosa bajó sus prestaciones demasiado rápido y pasó a tener que mirar la espalda de Imaz, mientras que Altuna III no estuvo fino en su remates.

Visto que la táctica funcionaba, Laso e Imaz siguieron cargando atrás, pero no se pudieron marchar en el luminoso porque al de Bizkarreta-Gerendiain tampoco se le veía excesivamente inspirado. Fue tras el 16-14, después de que Tolosa mandara una pelota a la chapa con la derecha en la punta, cuando sonaron las primeras sirenas de alarma para el zaguero. Sus gestos de dolor eran evidentes y los calambres le retiraron a los vestuarios.

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A su regreso seguía tocado pero aguantó bastante bien lo que le echaron. Su compañero retrasó su posición para descargarle del trabajo que pudo y siguieron agarrados al choque. Insistieron los de Baiko, y del de Amezketa tuvo que asumir riesgos a la mínima ocasión que tuvo con diferente suerte. El segundo paso por vestuarios de Tolosa fue mortal. Casi no podía correr. Pero tuvieron el triunfo a un tanto después de que Laso se les escapara una pelota fuera. No pudieron acabar. Su situación era límite y sus rivales sacaron provecho.

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