Olaizola II y Zabaleta toman el pulso al torneo de parejas mixtas

El veterano ha necesitado un poco de tiempo para coger el tono tras el parón. Los años no pasan en vano. Pero un regreso tan precipitado como el que vivió la pelota mano profesional hizo que el delantero acusara la falta de ritmo en los primeros encuentros. Atrás, el de Etxarren también ha precisado adaptarse a un compañero con el que había jugado en contadas ocasiones a lo largo de anteriores épocas estivales y los resultados no habían sido muy satisfactorios.

En la primera jornada protagonizaron un duelo intenso frente a Peña II y Martija en el que el fondo físico tuvo su protagonismo y los más jóvenes se llevaron el gato al agua. En el segundo se encontraron con otra de las combinaciones más en forma en este momento -Artola-Rezusta-, que también cuenta con mucha pólvora en sus manos. A pesar de la derrota, Olaizola II y Zabaleta ya empezaron a emitir signos de mejora.

Y en el tercer partido volvieron a sonreír. No estaban preocupados porque son conscientes de que campeonatos de estas características son una carrera de fondo en las que prima la regularidad, pero el triunfo alejó cualquier fantasma. El calendario les favoreció porque se enfrentaron ante la combinación que ocupa la última plaza de la competición -Laso, sustituto entonces de Urrutikoetxea, e Irribarria- y eso les permitió tomar aire. Ante Elezkano II y Aretxabaleta tampoco tuvieron problemas. Ambos duelos sirvieron para que el de Goizueta volviera a recuperar sensaciones sobre la cancha, mientras que su compañero se asentó definitivamente en los cuadros largos.

El pasado fin de semana dejaron clara su evolución ante una pareja muy regular como Altuna III e Imaz. Les tocó sufrir para remontar tras un comienzo problemático y con errores, pero en la segunda parte su mejor versión sirvió para ganar y entrar en la pomada de una clasificación que se ha puesto interesante con seis parejas con opciones a todo.