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Juan Pablo martín
Azpeitia
Miércoles, 6 de febrero 2019, 13:45
Este miércoles todavía tenía «un nudo en el estómago» porque el disgusto ha sido notable. Aimar Olaizola está roto. «Estoy cojo completo». Por fuera y por dentro. «Me ha dolido más que cuando me rompí el ligamento cruzado y el dorsal». El ... lunes pasado el tendón de cuádriceps de su pierna izquierda se desgarró en uno de los entrenamientos habituales que realiza con el grupo de pelotaris en Beasain. Las primeras estimaciones señalan que deberá estar cuatro meses de baja, por lo que no volverá a vestirse de blanco hasta el verano. Adiós al Parejas que tenía bien encaminado y al Manomanista.
El de Goizueta completó la sesión, que incluyó carrera y gimnasio, con normalidad. Para los últimos minutos se reservaron unos sprint y visto que estaba en plenitud de condiciones le propuso a Mariezkurrena hacer otros tres. «En el primero no noté nada. Fue en el segundo cuando, a falta de dos metros para acabar, me pegó un fuerte tirón y pensé: 'Me he roto'». El dolor era intenso.
El siguiente paso fue llamar a los servicios médicos de Baiko para actuar a la mayor celeridad posible. El mismo lunes por la tarde el equipo dirigido por Mikel Sánchez le efectuó una resonancia magnética en Vitoria. «Mis sensaciones eran de que era algo gordo». El martes le volvieron a realizar otra más arriba que ya reflejó la gravedad de la lesión. «El tendón estaba desgarrado». Una ecografía posterior sirvió para ofrecer el diagnóstico exacto, «porque se corroboró que era algo menos de lo que esperaban los médicos en un inicio».
El mismo martes le aplicaron la primera de las sesiones de plasma y el próximo miércoles llegará la segunda. «Luego valoraran cómo esta la zona dañada porque cabe la posibilidad de que me den una tercera». El lunes acudirá a rehabilitación, aunque de momento no se podrá actuar mucho en la zona. «Necesito reposo y moverme lo menos posible». Tendrá un primer mes tranquilo. Luego, en función de la evolución, se amoldará el tratamiento. «Me han dicho que tengo una lesión similar a la que sufrió el jugador del Real Madrid Luka Modric». El internacional croata se lesionó hace dos años en un partido de clasificación para la Eurocopa ante Italia.
En sus 20 años de profesional nunca había sentido molestia alguna en la zona dañada. Aimar Olaizola estaba a gusto en el Parejas y tenía la clasificación para semifinales prácticamente en la mano. Necesitaba una victoria en tres encuentros para ratificarla. Después de muchos años concediendo ventajas, le habían puesto a un zaguero como Albisu, con el que rara vez juega por el potencial que atesora. «Ha sido uno de los mayores disgustos en mi carrera. Tenía muchísima ilusión por jugar este campeonato con mi compañero y estábamos a falta de muy poco para plantarnos en la siguiente fase». A sus 39 años tenía por delante una gran oportunidad para aspirar a la txapela de la competición que menos títulos tiene. Sin embargo, tendrá que ser en otra ocasión. Estaba tan centrado en el Parejas que ni había pensado en el Manomanista en el que el año pasado fue subcampeón. «Todavía no sabía ni si iba a participar».
Ahora ya no se quiere poner plazos para regresar. La experiencia le dice que las prisas no son buenas por lo que se tomará con clama. «Hay que ir poco a poco. Ver cómo evolucionan las cosas, porque lo importante es recuperarse bien». El domingo estaba programado para el Ogueta de Vitoria y su lugar lo ocupará Arteaga II.
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