Oinatz se disfraza de pelotari

«Es un punto que sabe muy rico, ganar siempre hace ilusión», añadía el sexto de la dinastía de los Bengoetxea, quien volvía a colocarse el gerriko después de un mes alejado de las canchas por bajo rendimiento. Esa fue la explicación que le dieron en su día los responsables de Baiko para dar entrada a Víctor. Oinatz reconoció que «el campeonato ha sido duro, en algunos partidos he disfrutado, pero aunque lo hemos dado todo no hemos sido capaces de ser regulares».

El guipuzcoano se convirtió en protagonista del estelar del primer festival carnavalero. El público, que acudió en muy buen número al Beotibar, algunos disfrazados, tomó partido claramente por el delantero de Leitza. Y eso que enfrente estaba Altuna III. Ni por esas. Coreó su nombre en varias ocasiones en el 16-17 como reconocimiento. Sentían que se había cometido una injusticia con él y esa fue la mejor forma de demostrarle su cariño. Sucedió lo mismo hace dos sábados en el Labrit de Pamplona, sin ni siquiera tomar parte en el festival.

El partido no fue bueno, hubo demasiados errores, sobre todo por parte de Altuna III y Ladis Galarza, muy mal en el tramo final. Se trataba de un trámite para los pelotaris de Aspe, clasificados de antemano para el play-off, y dio la impresión de que estuvieron pensando más en el trascendental duelo del domingo en el Astelena ante Laso y Albisu que lo que se traían entre las manos. Hubo igualdad hasta el ecuador -cinco empates antes del 10-11-, pero no fueron capaces de administrar los cinco tantos de renta que habían conseguido en el 12-17. Bengoetxea VI y Mariezkurrena, de menos a más, se les fueron arrimando y acabaron ganando.