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Evocar el pasado no es malo. No hay que olvidar el ayer. En cuanto al futuro, no hay nadie que lo pueda predecir. Así es la vida. La pelota a mano, una modalidad que antaño tenía legiones de seguidores, se ha ido diluyendo como una ... neblina otoñal. Sin embargo, aún tiene un cierto predicamento en Euskadi, Navarra y La Rioja. Esta introducción ha venido a despertar en mí los recuerdos vividos hace más de medio siglo. Desde el viejo frontón Vitoriano de la calle San Prudencio hasta el Ogueta, que fue bautizado con el nombre del pelotari más grande que parió Álava. En ese pequeño santuario del centro de la capital alavesa, muy apreciado por los pelotaris por sus condiciones técnicas, viví partidos inolvidables.
El Vitoriano fue demolido a finales de la década de los setenta. Desde 1976 empezó a construirse en Mendizorroza lo que sería uno de los complejos de pelota -el Beti Jai- más importantes del País Vasco. El 31 de marzo de 1979 se vistió de largo bajo la tutela de Juan Carlos Alti, perteneciente a Empresas Unidas, con un cartel de auténtico tronío.
Este recinto se convirtió en el epicentro de las principales programaciones de la mano profesional. En 1978 albergó la final Manomanista entre Bengoetxea III, el voleísta de Leitza, y García Ariño IV, con triunfo del navarro por 22-13. Un 13 de diciembre del 1997 se disputó la mejor final del torneo del Cuatro y Medio entre Retegui II y Titín III, con victoria, 22-21, de la gacela de Erasun. Un duelo infinito.
Hoy el Ogueta recupera el encanto perdido. Se anuncia la final del Master CaixaBank. Una competición que ha mantenido el interés del aficionado a lo largo del estío. Olaizola II y Zabaleta rivalizan contra Elezkano II y Mariezkurrena. Es un choque en el que parten como claros favoritos el becadero de Goizueta y su guardaespaldas.
Benjamín Lazkano, un veterano sabueso de la tarima de la contracancha, adelanta que las apuestas saldrán tiradas, doble a sencillo, a favor de Olaizola II y Zabaleta. Los técnicos son de la misma opinión, «sobre el papel el fiel de la balanza se inclina por la pareja navarra».
Como suelo argumentar una y otra vez, el cestaño jugará un papel determinante. El Ogueta es un frontón muy exigente y la pelota «coge mucha carga en los cuadros largos», según Julián Retegui. No hay que olvidar que el que domine en la zaga abrirá la espita rematadora de su compañero en los cuadros alegres. El de Etxarren llega a Vitoria en un momento dulce.
Mariezkurrena II, que últimamente va asentando su juego, no falla como antes, se va a convertir en objeto de deseo de sus rivales. Está llamado a ser el zaguero del futuro. En su derecha tiene un lanzamisiles y a pie parado le da como una estera. Su zurda, que antes temblaba, va adquiriendo consistencia. Será una colisión cósmica de zagueros. Harán saltar chispas a la pelota. En los cuadros cortos se verán las caras dos pelotaris con un amplio repertorio.
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