Ninguno jugará mañana la final del torneo de San Fermín

El delantero guipuzcoano deberá calcular los riesgos rápido porque la final es este viernes y no dispone de tiempo para la recuperación. Todo está en el aire. Como en el último partido que discurrió por fases para los intereses de una y otra combinación, pero que la reacción final de los de Aspe impidió que se diera un choque cumbre únicamente con representantes de Baiko nueve años después.

No se les puede achacar nada a los cuatro protagonistas. Lo dieron todo en un encuentro en el que los colorados comenzaron muy fuertes con el objetivo de agotar sus posibilidades y llegaron a contar con una ventaja de ocho tantos en el ecuador del encuentro (11-3) que les permitió soñar. Zabaleta dominó esta fase el partido y dejó fuera de juego a sus rivales, mientras que Ezkurdia, mermado por la fisura que tiene en las costillas, fue práctico. Casi sin poder soltar el gancho, le costó finalizar el tanto, pero contó con la colaboración de su guardaespaldas para generar muchas dudas en sus rivales y ponerles en muchos aprietos.

Sin embargo, los que vistieron de azul todavía no habían dicho su última palabra y fue a partir de entonces cuando se pudo ver al Jaka más incisivo que se la jugó a la mínima oportunidad que tuvo y se creció según le salían las cosas. Aranguren aguantó como pudo en la zaga y con una tacada de cuatro pusieron mucho más complicado el pase de sus rivales.

Las esperanzas de Ezkurdia y Zabaleta se desvanecieron a los 47 minutos de juego y tras 407 pelotazos con un gancho impecable de Jaka que supuso el décimo tanto para los de Baiko (15-10). Sus oponentes acusaron el golpe porque estaban fuera de la final, y el zaguero de Etxarren se dio un mal golpe en la diestra que empezó a generarle dudas. Jaka percibió enseguida que había bajado sus prestaciones y le buscó las cosquillas. Su dominio no fue el de antes, por lo que el delantero dispuso de más pelota y supo moverla mejor para acortar la diferencia e incrementar sus posibilidades.

Aunque la chapa le jugó algunas malas pasadas, el de Lizartza insistió y el empate a 17 subió al marcador después de que Ezkurdia mandara fuera una pelota de aire con la derecha. Los de Baiko habían conseguido lo más difícil en el momento justo. El partido ganó en emoción a pesar de que el cansancio comenzó a hacer mella. Una dejada de Aranguren, marca de la casa, en el ancho y un saque tanto de Jaka les colocaron a tres del final (17-19).

Pero la siguiente cortada del delantero se fue a la chapa, y Ezkurdia y Zabaleta tiraron de orgullo para volver a dominar los últimos tantos de la contienda y clasificar a sus compañeros. El frontón despidió en pie a los cuatro protagonistas después de presenciar como el guardaespaldas de Etxarren cerraba el choque con un derechazo al rebote tras una hora y 16 minutos. En total cruzaron 626 pelotazos.