Maiezkurrena II suelta lastre

Fue precisamente contra estos rivales cuando comenzó el calvario del guardaespaldas navarro. «Desde entonces he estado muy mal. Sin poder darle la vuelta a la situación. Salía a la cancha y entre el dolor y el taco que llevaba puesto no disfrutaba nada», admitió. Hace dos semanas decidió parar porque era complicado jugar tal y como tenía la mano y necesitaba recuperarla. «Fue un acierto». Ahora mira el campeonato con otra perspectiva. Su mano ha sido «un lastre muy grande» hasta el momento, y una de la claves para explicar la séptima plaza que ocupan en la actualidad, «pero con los entrenamientos te vas haciendo a los nuevos tacos».

Jaka sabe de lo que habla su compañero. Lo ha vivido de cerca. «Ha estado todo el campeonato con mal de manos y eso pasa factura. Unos días ha tenido que sufrir más y otros menos, y jugar así es difícil y tiene mucho mérito», subrayó. La falta de continuidad de la combinación ha sido evidente, pero el fin de semana pasado, a pesar de caer por la mínima, asomaron los brotes verdes y están a tiempo de reconducir la situación. «Es la hora de la verdad. El torneo entra en un momento clave, estamos vivos y dependemos de nosotros mismos, que es lo importante», recalcó.

Toca seguir sumando, coger confianza y compactar como pareja definitivamente. Espera que su compañero marque las diferencias y abra huecos en los cuadros largos para poder entrar al remate, aunque es consciente de que sus rivales también tendrán bastantes cosas que decir.

Peña II y Albisu están en la misma situación que el de Lizartza y el de Berriozar en cuanto a la búsqueda de una estabilidad que no termina de llegar. Han sacado adelante los dos últimos encuentros tras sendas remontadas gracias a la determinación del delantero, pero las primeras partes de sus partidos dejan bastante que desear.

«Nos cuesta arrancar. Hasta ahora hemos empezamos con un ritmo tranquilo para tratar de entrar progresivamente en el choque pero, sobre todo a mí, me ha faltado confianza», admitió el de Ataun. Pero en el Ogueta cambiarán de táctica. «Hay que salir con mucha tensión y con hambre de pelota para ver si podemos hacer un partido completo».