Mariezkurrena II y Laso se felicitan mientras Altuna III es consolado por Zabaleta ayer en el Aritzbatalde de Zarautz. josé mari lópez

La lesión de Altuna rompe el partido estrella del verano

Un problema muscular en el cuádriceps derecho anula al amezketarra a partir del 3-2 y deja en simulacro el duelo del Aritzbatalde de Zarautz

Lunes, 22 de agosto 2022, 00:56

Sucedió en el 3-2. Un intento de gancho de Laso llegó en escapada al frontis, tocó justo encima de la chapa y se arrimó en el txoko. Altuna III llegó al segundo bote y en el movimiento para agacharse sintió algo en la zona ... posterior del cuádriceps derecho. Sacó a continuación el campeón manomanista y falló el resto de gancho el amezketarra, quien dirigió sus pasos hacia el vestuario para recibir atención médica. Le dieron un masaje.

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Desde ese momento, una gran pareja, Laso-Mariezkurrena II, jugó contra media pareja, ya que Zabaleta careció de un delantero como tal por la merma física de Altuna III, más evidente según transcurrían los tantos. Decidió seguir el amezketarra porque no pensaba que fuera a condicionarle tanto. Al final, le incapacitó para una tarea de esa envergadura.

Laso-Mariezcurrena II

Tantos de saque: 2 | Tantos de juego: 9 | Tantos perdidos: 7

22

-

10

Altuna III-Zabaleta

Tantos de saque: 0 | Tantos de juego: 1 | Tantos perdidos: 10

  • Tiempo de juego: 49 minutos y 31 segundos.

  • Pelotazos a buena: 316.

  • Marcador: 2-0, 2-2, 6-2, 6-3, 10-3, 10-5, 13-5, 13-6, 18-6, 18-9, 21-9, 21-10 y 22-10.

  • Momios de salida: 100 a 70 a favor de Altuna III y Zabaleta. 50 a 100 por abajo.

  • Incidencias: Lleno técnico en el Aritzbatalde de Zarautz, donde se reunieron 849 pelotazales. Tan solo quedaron en taquilla doce canchas por vender. Ambiente de gala.

Algunos comentarios a la salida del frontón apuntaban su disconformidad con la decisión tomada por Altuna III de continuar en lugar de retirarse. «No se debe seguir en esas condiciones», indicaba contrariado un eibartarra. El mayor disgusto se lo llevó el propio Jokin Altuna. Suspende para la final del Torneo Bizkaia por equipos de hoy en Bilbao. Acudirá a su fisioterapeuta de confianza para que le evalúe el cuádriceps con el ecógrafo. Piensa que será suficiente para saber qué tiene, pero no está descartado someterle a una resonancia magnética. El doctor José María Urrutia, galeno de Aspe, teme una lesión muscular.

De momento corren peligro todos sus compromisos de esta semana: el festival del miércoles en Elgoibar, el Torneo Aste Nagusia de Bilbao, donde está previsto que entre en liza el jueves, y la semifinal del Donostia Hiria del domingo en el Atano III. Las pruebas determinarán el periodo aproximado de baja.

Solo doce canchas libres

Una pena. El aspecto ayer del Aritzbatalde recordaba al de sus mejores tardes y noches. Nada menos que 849 espectadores poblaron sus asientos. Quedaron doce canchas sin ocupar. Falló el espectáculo sobre la cancha, distante de lo esperado y de la calidad que atesoran los cuatro protagonistas.

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Los apostantes se inclinaron claramente de salida a favor de Altuna III y Zabaleta con momios de doble a sencillo. La lesión del delantero menguó la capacidad de la pareja. Ahora bien, Laso y Mariezkurrena II dejaron patente su talla de pelotaris. El zaguero de Berriozar, que lleva un gran verano, tuteó desde el primer momento con su derecha a Zabaleta. Encontró la pared izquierda para obligar al de Etxarren a jugar a menudo de zurda. Mariezkurrena II había pedido vez para enfrentarse al zaguero más temible de todos y quedó claro que había razones y argumentos suficientes para la solicitud.

Laso es un dolor de cabeza para el zaguero contrario. Más si Altuna III no castiga su defensa. Cada intento de buscar el ancho del amezketarra condujo a un derechazo atrás del delantero de Bizkarreta con el que fabricaba una oportunidad clara de remate o al menos tomaba la iniciativa del tanto. Abundaron los errores y escasearon los remates. El partido bombón del verano queda pospuesto hasta mejor ocasión.

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«He seguido porque creía que no era para tanto»

Jokin Altuna explicaba así el momento de la lesión: «No he notado un pinchazo, ni un latigazo, sino una sensación rara en la zona de atrás del cuádriceps en mi intento de llevar a buena la pelota en el txoko. He entrado al vestuario tras el siguiente tanto y el doctor Urrutia me ha dado un masaje. En el descanso del tanto doce me ha puesto un vendaje. Se me ha ido cargando con el paso de los tantos. Es como si llevara más peso en el muslo. No podía correr». Preguntado por si barajó la opción de la retirada, contestó así el amezketarra: «Me ha venido a la cabeza, pero he seguido porque creía que no era para tanto».

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