Laso e Imaz ponen más salsa a la semifinales del Parejas

El vizcaíno y el de Etxarren ven complicado mucho su futuro para defender el título. Tienen que ganar con una diferencia de siete a Irribarria y Rezusta el sábado en el Labrit de Pamplona, pero necesitan que el de Biskarreta-Gerendiain y el de Oiartzun pierdan su compromiso. Y vistos los resultados ajustados que se han dado hasta el momento se antoja muy difícil.

Ayer perdieron una gran oportunidad frente a una combinación bastante más sólida que supo interpretar mucho mejor su guion y generó demasiadas dudas a sus rivales. Laso e Imaz entraron más puestos en el choque e incomodaron demasiado a los de Aspe. Zabaleta no pudo encontrar la confianza que tanto buscaba con su derecha, y el de Zaratamo tuvo que jugársela en demasiadas ocasiones. Y las cosas no le salieron. Entre ambos perdieron doce pelotas, demasiadas frente a una combinación rival que no hizo muchos regalos, sobre todo el zaguero. La seguridad de Imaz fue una de las claves del choque. No estuvo lo exigido que se esperaba porque su oponente en los cuadros largos no gozó la pelota más que en determinadas ocasiones, y el guipuzcoano se creció conforme comprobó que no tenía su día.

Laso enredó. Es lo que más le gusta. Puso al ritmo a la contienda durante muchos minutos. La ventaja de cinco tantos obtenida tras en empate a cuatro permitió a los que vistieron de azul desplegar su juego con bastante menos presión y supuso un lastre para los colorados. Trataron de mantenerse en el choque, pero nunca dieron la sensación de poder cambiar la dinámica. Llegaron a colocarse a dos tantos en el ecuador de la contienda (9-11), pero les faltó el brillo de otras ocasiones. Sobre todo al guardaespaldas.

Su discurrir en la segunda parte fue un quiero y no puedo. Además de no gozar, tampoco mantuvo la regularidad necesaria para inquietar lo suficiente a los de Baiko. Laso e Imaz siguieron a lo suyo. El delantero entrando de aire en cuanto pudo para generarse oportunidades de remate, y su compañero aguantando bien atrás. Así se colocaron con un prometedor 13-20. Fue entonces cuando le entraron algunas prisas del navarro.

Los de Aspe vieron el choque perdido y decidieron jugársela al todo o nada. Elezkano II arriesgó al límite y su compañero se jugó una dejada perfecta al ancho. Se colocaron a tres tantos (18-21). Pero fue demasiado tarde. Laso sorprendió a todos con un derechazo a dos paredes que sirvió para poner el broche al partido y certificar sus opciones. Están en la pelea.