laizola y Urrutikoetxea siguen adelante en el Parejas

La victoria de ayer por 22-14 ante Ezkurdia y Martija en un casi desierto Bizkaia de Bilbao es la tercera consecutiva. Aranguren suplió a Urrutikoetxea, tocado de la mano derecha, en la duodécima jornada, en Zestoa, en el único partido que han perdido contra los representantes de Aspe en la segunda vuelta. Han cedido solo contra los líderes, Jaka y Zabaleta. Además, han recuperado identidad y confianza.

Aimar Olaizola guarda todavía alguna que otra lección rematadora. Lo demostró en su visita a la capital vizcaína. Protagonizó un comienzo fulgurante. Nueve de los once primeros tantos colorados llevaron su firma, su sello. ¡Qué manera de cruzar el gancho y las cortadas de zurda! A sus 40 años, conserva esa habilidad.

En la primera media hora acaparó el protagonismo de la pareja. Saques largos y cruzados a la pared izquierda que botaban a la altura del seis y medio. Matemáticos a esa zona de riesgo. Ninguno se marchó detrás de la raya del siete. Devoluciones más o menos apuradas de Martija que el de Goizueta, con el dedo en el gatillo, trasladó con su zurda al electrónico. El 11-5 era fiel reflejo de la demostración del pelotari más veterano del cuarteto.

Ha dado un paso al frente en la segunda vuelta. Ha puesto la llave en el contacto de su sotamano de derecha, lo que desahoga a Urrutikoetxea en el peloteo. Hasta la compenetración entre ambos ha vuelto a los niveles del Parejas de 2016.

Ezkurdia y Martija no son presa fácil. Regalaron poco. Porfiaron para restablecerse del 12-5 y acercarse en el marcador a tres tantos en tres ocasiones: 12-9, 14-11 y 16-13. Bajó la aportación rematadora de Olaizola II y, sin embargo, emergió la figura de Mikel Urrutikoetxea, mejor en la parte final que al inicio, justo lo contrario de lo que sucedió en las diez primeras jornadas.

Venderte en el txoko cuando el de Zaratamo llega en carrera es sinónimo de tanto en contra. Resuelve como un delantero, como lo que es. Y defiende la pared izquierda como nadie.

Esta pareja ha despertado. Ojo.