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joseba lezeta
Martes, 23 de abril 2019, 00:17
Julen Retegi impartió ayer en el Beotibar de Tolosa un cursillo intensivo sobre cómo dirigir bien la pelota. Duró cuarenta minutos. Suficientes para comprobar la calidad de este pelotari de 33 años que ha encontrado en el mano a mano en toda la ... cancha la mejor manera de expresarse. Saques envenenados, su capacidad para gozar con ambas manos, la facilidad para encontrar la pared izquierda y su mayor fondo físico neutralizaron por completo a un Unai Laso más voluntarioso que acertado.
Retegi asestó a Laso un 22-8 inapelable que le permite prolongar una buena trayectoria en el Manomanista de Primera. Desde 2014 nunca ha bajado de octavos de final, si bien la altura de este listón se le ha atragantado en las tres ediciones precedentes. Para regresar a cuartos de final, ronda a la que no accede desde 2015, necesitará doblegar a Oinatz Bengoetxea el sábado en el Labrit de Pamplona.
En el pasillo de acceso al vestuario del Beotibar, Julen Retegi explicó con sencillez el desarrollo del partido: «La clave es que yo he jugado y he dominado desde el tres y medio o el cuatro, mientras que Laso ha estado en el cinco y en el seis». El de Aspe acertó a sacar con intención a la pared, se adueñó de esa zona de la cancha desde la que resulta cómodo atacar, gozó con las dos manos lo mismo a bote que de aire, alternó el sotamano con la volea, cruzó la pelota y no dio tregua al contrario. Ninguna concesión, ningún error, contadas oportunidades de arrebatarle la iniciativa. No se obsesionó con evitar el sotamano del oponente. Siguió a lo suyo.
También lanzó Julen Retegi un capote a Unai Laso. «Nos hemos llenado en varios tantos y los jóvenes echan de menos a los botilleros en esos momentos». Porque esta edición del Manomanista se disputa sin asesor en la silla, sin nadie que te acompañe a la hora de decidir cuándo pedir un descanso, sin alguien que te dedique unas palabras de ánimo y aliento cuando la respiración se acelera y las ideas se nublan.
El subcampeón manomanista de 2014 tomó ventaja con un arranque juicioso. El atisbo de reacción de Laso gracias al gancho que le dio el segundo tanto -perdía 7-2- tras el intercambio más largo y duro del choque, de 22 pelotazos, provocó el efecto contrario. Retegi recuperó el saque para ampliar la renta: 12-2.
«A continuación, Laso se ha acercado del 12-2 al 12-8 con una tacada de seis tantos. Y he visto peligro», reconoció el ganador. «Unai ha empezado a sacar más bombeado. Lo ha cruzado bien. No sabía si seguir restando de aire o ponerme a bote, lo que dificulta quitar la posibilidad de remate al contrario», declaró el navarro.
Otro pelotazo bien cruzado a la pared izquierda permitió a Julen Retegi cortar la racha del rival y recuperar la iniciativa del juego de forma rotunda y definitiva. Diez tantos consecutivos le dieron la victoria y acabaron con las esperanzas de un Laso que acusó la falta de rodaje. No jugaba desde que se lesionó el sóleo de la pierna derecha el 4 de marzo, hace mes y medio.
Aimar Olaizola avanza en la recuperación del desgarro en el tendón del cuádriceps de su pierna izquierda sufrida a primeros de febrero y que le mantiene fuera de las canchas desde entonces. Ayer acudió al Beotibar de Tolosa para presenciar en directo el mano a mano entre Julen Retegi y Laso. «He comenzado a jugar con la pelota goxua, a hacer movimientos propios del frontón, aunque con precaución. Todavía no debo forzar. He regresado a las sesiones físicas del polideportivo de Beasain con mis compañeros de Baiko. Ya llevo tres y corro con normalidad. ¿Fecha para mi reaparición? Quiero estar listo para la tercera semana de mayo. Pero hay que ir paso a paso, cumplir con lo que me dicen los médicos y los fisioterapeutas», explicó el pelotari navarro.
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