«Jugar con un debutante añade un plus de ilusión»

-¿Esperaba sumar tres puntos tras cinco jornadas?

-No sé. Toca ir partido a partido. Quizá estar cuartos con tres puntos está algo por encima de nuestras expectativas, pero falta mucho por hacer. El objetivo es entrar en el play-off. Si en vez de sextos acabamos cuartos, mejor. Sumar puntos cuanto antes da tranquilidad y confianza. De momento vamos bien.

-¿Cómo se ha encontrado?

-Por ahora a gusto. Aunque he tenido algún partido algo peor, me he encontrado bien. Es para estar contento si tengo en cuenta cómo me encontraba antes de empezar el Campeonato.

-No estuvo fino en los partidos previos.

-Jugué cuatro o cinco por debajo de mi nivel. Hice muchos regalos. Tampoco me veía bien en los entrenamientos. Perdía pelota y notaba un punto de descoordinación. La tensión del Campeonato me ha ayudado a mejorar.

-¿Le afectó quedarse en diciembre a las puertas de la final de la anterior edición?

-Puede ser. Sucedieron muchas cosas antes de aquel partido. 2020 fue un año extraño. Venía de vivir mis momentos más difíciles en la pelota, de tomar decisiones complicadas. Tuve un bajón en diciembre, más debido a la tensión acumulada que a aquella derrota.

-Pero se le veía bien de golpe...

-Sí, estaba fresco. Pegaba buenos pelotazos sueltos, quitaba de atrás... Sin embargo, me faltaba confianza a la hora de ir en busca de la pelota. Jugar sin público tampoco ayuda a mantener la tensión competitiva a tope. Eso me lo ha dado la vuelta al Campeonato.

-¿Atraviesa a sus 30 años el mejor momento de su carrera?

-Mi rendimiento está siendo más regular en los últimos tres o cuatro años. Me veo asentado, sin tantos altibajos como antes.

-Aseguran que con los años se pierde pegada.

-Se nota un poco. Pierdes parte de tu chispa, pero ganas otras cosas. Desde el ocho antes siempre iba a darle y ahora mi prioridad es ponerla a buena.

-¿Cómo ha visto a Peña II en este arranque de competición?

-Bien. Aunque las lesiones han retrasado su progresión, ha ido a más los tres o cuatro últimos años. Es un pelotari agresivo.

-¿Cuál es su principal arma?

-Es capaz de imponer su ritmo cuando entra en juego. Trabaja bien con la zurda y el gancho le sale con velocidad. Le cuesta más sacar la pelota con la derecha en defensa, coger altura. Por lo demás, tiene todo.

-¿Confiaba en que diera este buen nivel?

-No me ha sorprendido. Peña II se crece en la cancha. Ya había respondido bien anteriormente en partidos con tensión.

-El domingo se cruzan en Eibar con Altuna y Mariezkurrena, de quienes les separan un punto.

-Otro compromiso difícil. Jon está a un nivel alto y sabemos quién es Jokin. Si hacemos bien nuestro trabajo, el cuarto punto puede estar a nuestro alcance. Intentaremos regalar poco. Está claro qué tres parejas van a estar arriba, pero quienes venimos por detrás intentaremos clasificarnos lo mejor posible.

-Coincidió en Baiko con Mariezkurrena. ¿Le ha sorprendido su rendimiento?

-Su potencial estaba claro. Ya rayó un gran nivel en su debut en el Campeonato con 19 años. La pasada edición no le ayudaron las manos. Me llama la atención lo fácil que juega desde el ocho. Es un zaguero para estar arriba.

- Habrá que arrimarle la pelota a la pared izquierda.

- Baja un poco con la zurda, pero se las arregla para pegarle de derecha. Sufre con la pelota que viene de abajo y buscaremos ese material en la elección de hoy.

- Artola en 2015, Víctor en 2018, Laso el año pasado, Peña II ahora... ¿Se ha acostumbrado al papel de padrino de los noveles?

- Yo tenía 24 años cuando Artola participó por primera vez. Ese papel te obliga a llevar el peso de la pareja. Tiene su lado bueno y su lado malo. Jugar con un debutante añade un plus de ilusión. También hay menos que perder, lo que da tranquilidad. Si te ponen con el primer o segundo delantero de tu empresa, la exigencia es mayor.

-Es su décima participación en el Parejas. ¿Qué ha cambiado del Albisu de 2012?

-He conseguido mayor regularidad. Los años que jugaba con Pablo perdía diez o doce pelotas por partido y así resulta difícil ganar. Pese a ello, dábamos guerra. Ahora me veo más asentado.