Un pelotari con una cabeza privilegiada

El de Amezketa está cumpliendo un guion no escrito que ya se intuía desde el campo aficionado. Es un pelotari con todas las letras. Capaz de adaptarse a diferentes situaciones para ofrecer su mejor rendimiento, lleva camino de marcar una época. Porque hasta él mismo se sorprendió cuando logró el título en toda la cancha a tan temprana edad y consiguió repetirlo el año pasado. De casualidades nada. Pero tampoco deja margen a la improvisación en todo lo que rodea a la pelota.

El guipuzcoano aprende de todo. De las derrotas y de las victorias. Le gusta repasar los partidos importantes solo en casa porque siempre tiene conclusiones que sacar. Se ha rodeado de un entorno que le arropa y tiene muy claro dónde quiere llegar. Más que los títulos, su objetivo ahora está puesto en mejorar. Las temporadas para el mejor de Aspe son largas y hay que aprender a gestionar esfuerzos para llegar siempre a punto a los momentos cruciales. Tanto físico como mentales.

Aprende rápido. Porque aunque ahora está en el cielo también le ha tocado bajar al infierno y encajar golpes. Pero ha sabido asimilarlos a base de constancia y no dar más trascendencia a las cosas de la que no la tienen. Se ha curtido desde muy joven. Tuvo que arrimar el hombro por la empresa cuando la inesperada lesión cardíaca de Irujo provocó que Aspe perdiera a su gran pilar, y encajó su papel de líder de forma natural. Porque su forma de jugar engancha al aficionado y es capaz de sorprender a cualquiera a nada que le dejen. Simplemente tiene magia cuando se viste de blanco.

Altuna III es un referente dentro y fuera de las canchas, y sabe el papel que le toca desempeñar. En una pequeña localidad como Amezketa no es extraño verle en el frontón asesorando a los más pequeños del club de pelota entre semana porque no le cuesta y le encantan los niños. Pero si tiene que tirar carros más complicados también lo hace. De hecho, fue uno de los artífices en la sombra que ayudó a dar pasos para desenquistar en parte la huelga de los pelotaris de Baiko, porque veía que la pelota corría un serio riesgo de salir mal parada. Es el presidente de la Asociación de Pelotaris que se creó a raíz de aquel conflicto y uno de los portavoces que traslada a las empresas los puntos de vista consensuados en asamblea de los pelotaris.

Seguidor del Athletic desde que de pequeño iba a ver los partidos con su tía, el guipuzcoano ha cursado la carrera de Magisterio, aunque de momento la tiene aparcada. Y en su día a día, saca tiempo para estar con los amigos de toda la vida. Esos que le siguen a numerosos encuentros y disfrutan del don que tienen en los frontones. Altuna III sigue su camino en la pelota. Con paso firme.