El hombro da guerra a Altuna

El amezketarra se lastimó el hombro el pasado domingo en la semifinal del Torneo de La Blanca al impactar contra la pared izquierda del frontón Ogueta. La exploración a la que se sometió al día siguiente, el lunes, descartó una lesión ósea o ligamentosa. Ahora bien, Altuna III carecía del periodo de descanso que normalmente basta para eliminar las molestias.

Decidió jugar el martes la final de Vitoria, donde al defender una pelota en el txoko volvió a golpear la pared con el hombro. «He sentido dolor en el mismo punto», confesó. Entró al vestuario en el 16-17 para recibir atención médica. Continuó.

Cuarenta y ocho horas después, el jueves, participó en el partido de despedida de Víctor en Ezcaray. Como es habitual en casos de esta índole, la ley de Murphy hizo acto de presencia: «Todo lo que puede salir mal, saldrá mal». Hacia el tanto 18 del estelar, en una acción similar a las dos anteriores de Gasteiz, nuevo topetazo en el hombro. A la conclusión del encuentro comunicó a la empresa que necesitaba más de dos días para reponerse, tiempo insuficiente para saltar a la cancha hoy en Sunbilla.

El propio pelotari evaluará el estado del hombro izquierdo en las próximas horas antes de decidir si está listo para los siguientes compromisos de su agenda. Le esperan dos a la vuelta de la esquina: el lunes por la noche en Mallabia y el martes por la tarde en Azkoitia, en el cierre de la tercera jornada del Masters CaixaBank. Si bien el pelotari pide cautela, en la dirección de Aspe son optimistas.

No es la primera vez que el hombro izquierdo aparta a Jokin Altuna de las programaciones. El pasado verano, el 29 de julio, chocó con el bajochapa del frontón Sahatsaga de Getaria, carente de colchón entonces, y sufrió «una contusión en la inserción proximal del músculo deltoides». Ausente nueve días, se perdió el festival de San Ignacio en Azpeitia y el de Bera. Reapareció el 7 de agosto en el Ogueta. En principio, la dolencia actual no tiene nada que ver con aquella.

El verano de 2022 estuvo cargado de incidencias físicas para el amezketarra, quien el 21 de agosto en Zarautz fue víctima de una rotura de fibras aguda leve en el bíceps femoral del muslo derecho. Paró un mes hasta su vuelta el 19 de septiembre.

El triple golpe en el hombro parece un ligero contratiempo para Altuna III tras acumular once partidos en 21 días entre el 21 de julio y el 10 de de agosto. Ha jugado prácticamente cada 48 horas y su margen de descanso más largo en este periodo ha sido desde que jugó la noche del lunes 31 de julio en el Izarraitz hasta que volvió a anudarse el gerriko la tarde del jueves 4 de agosto en Bera.