«El hambre por ganar se demuestra día a día»

Se ha quedado sin vacaciones por el aplazamiento de la final del Manomanista, y el domingo acabó con la zurda un poco tocada en el choque cumbre contra Rezusta. Pero su segunda txapela lo hace todo más llevadero. Jokin Altuna descansará unos días antes de estrenar la nueva elástica de campeón el domingo dentro del Cuatro y Medio navarro.

- ¿Hubo celebración?

- Cuando llegué a Amezketa tuve un recibimiento muy emocionante que no esperaba. Me subieron al balcón del Ayuntamiento como si fuera una persona importante -risas-. Fue un día bonito.

- En su discurso en la balconada dijo que después de cenar iba a salir e invitaba a un trago a los que estuvieran en la calle. ¿Le salió cara la ronda?

- No sabes ni qué decir y estaba un poco nervioso. Estuve con muchos amigos y algunos les invité. Otros ya tenían el trago sacado.

- ¿Ha sido el mejor Manomanista que ha jugado?

- El que más agresivo he sido. El que he jugado con más arranque y me ha servido para dominar muchos partidos.

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- ¿La espina de la derrota contra Jaka del año pasado está fuera ya?

- Sí. Aquella derrota no la veo como un episodio malo en mi carrera. Creo poco en las casualidades y cuando pierdo no es por mala suerte. Las cosas pasan porque tienen que pasar, y hay que aprender de esas experiencias.

- ¿Ha asimilado ya lo que ha conseguido?

- Asimilas la victoria pero no todo lo que conlleva ganar una segunda txapela del mano a mano. Necesitas unos días. Creo que será diferente con respecto a la primera. Aquella no la valoré tanto porque fue muy de sorpresa. Ésta es distinta.

- Volverá a ser un verano un poco atípico por la pandemia, ¿pero qué supone llevar la camiseta colorada?

- Ojalá que tenga bastantes partidos porque será buena señal de que la situación está cambiando. Más quisiera tener trece en agosto como otros veranos, pero no será fácil. Ya viví lo que es llevar esta camiseta y siempre tienes un poco de responsabilidad, pero esta vez será distinto. El primer año tenía la sensación de que por ganar el título tenía que ganar todos los partidos, que en todos tenía que dar el 120%, y por eso llegué a finales de verano un poco más cansado. Ahora jugaré como siempre.

- ¿Es mejor pelotari que cuando ganó la primera?

- Es lógico. Entonces tenía 22 años y ahora tres más. Con el paso del tiempo vas mejorando y adquiriendo experiencia, físicamente, también. Ahora tengo más poso y confianza en mis posibilidades. Siempre hay fases a lo largo del año que no puedes jugar con la misma agresividad, pero estoy muy contento con la temporada que me ha salido y la txapela ha servido para redondearla.

- Dice que la felicidad se la da el trabajo diario. ¿Qué le aportan los títulos?

- Son la guinda del pastel. Un regalo al final del campeonato que aporta mucha motivación para seguir. Si ves resultados siempre es más fácil trabajar con muchas ganas, pero eso no quiere decir que vas por el camino equivocado cuando no los consigues.

- ¿Está de acuerdo con la afirmación de que, cuando uno parte tan favorito como lo hizo usted en la final ante Rezusta, todo lo que no sea ganar es un fracaso y que si vence ha cumplido?

- Fracasar es no dar todo lo que tienes dentro. La mayor pena que tendría cuando me retire de la pelota sería tener la sensación de que este año u otro no puse todo lo que tenía de mi parte. El Manomanista lo juegan doce pelotaris y solo lo gana uno. Y si no lo haces no es un fracaso. Pero es cierto que el pelotari a veces, cuando es favorito, piensa que tiene que ganar y eso puede influir en el rendimiento en la cancha.

- Con 25 años es el pelotari que más finales individuales ha jugado a su edad.

- Es un dato importante, pero no me gustan las comparaciones. Todas las épocas son diferentes. Estoy muy orgulloso porque veo que es muy difícil llegar a las finales. Es cierto que no pensaba tener ocho a mis espaldas a estas alturas, pero me tengo que aislar de eso. Ahora toca disfrutar del verano, que ya tengo ganas de jugar partidos sin la tensión de los campeonatos.

- Con semejantes registros, ¿qué hay que hacer para mantener el hambre de victorias?

- El hambre por ganar se demuestra día a día. Si durante la semana no tienes ganas de entrenar para seguir mejorando es difícil que en los partidos tengas esa ilusión. Hay que sentirte bien durante la semana para que puedas competir a gusto. Todavía soy joven y quiero seguir mejorando.

- El jueves cumple siete años en la pelota profesional. ¿En qué ha evolucionado desde entonces?

- En experiencia. Cuanta más tenga, seguiré aprendiendo. Físicamente cada año me siento más fuerte, y los esfuerzos en verano se asimilan de otra forma. Los preparadores me conocen mejor ahora que entonces y saben cómo responde mi cuerpo. Estoy muy a gusto con el entorno que tengo y ellos también son los artífices de los éxitos.