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Oinatz Bengoetxea (Lei-tza, 37 años) contesta a las preguntas como juega. Piensa y contesta a mil por hora. Repasa su carrera de diecinueve años como profesional, habla de sus grandes rivales, de las victorias y de las derrotas. El domingo disputará su último partido ... en el Atano III, el frontón donde se caló la primera de sus dos txapelas manomanistas e inició su serie de cuatro títulos en todas las modalidades. Llevará la compañía de Aretxabaleta frente a Peio Etxeberria y Bikuña.
- ¿Cómo han discurrido los partidos de despedida de la semana pasada en Arrasate y Bilbao?
- También jugué en Trucios. Estoy contento, y además he ganado los tres. Me veo bien de juego.
- ¿Sintió la cercanía de la gente?
- La respuesta de los pelotazales está siendo entrañable. Siempre me he sentido querido y ahora, todavía más.
- ¿Cómo se logra esa conexión?
- No sé. Como profesional siempre he tratado de dar en la cancha todo lo que llevo dentro. Quizá haya influido mi forma de ser. A veces he jugado bien y otras, no tanto. Lo que nunca me han faltado son ganas. Pienso que esa es la clave de la conexión.
- ¿Ha recibido llamadas inesperadas o algún mensaje especial desde el anuncio de su retirada?
- Me han llegado muchos mensajes de amigos, pero ninguno que no me esperara.
- ¿Se ve en condiciones de seguir en activo?
- Tengo ilusión por seguir jugando unos encuentros más después de la despedida en el Labrit de Pamplona del 29 de enero. No sé si serán diez, veinte o treinta hasta octubre, que es cuando se cumplen veinte años de mi debut. Esa era mi ilusión. Como no era posible con la empresa, decidí que lo haré por mi cuenta. Quiero jugar mi último partido en el frontón de la plaza de Leitza en octubre.
- ¿Montará usted esos partidos?
- Sí, sí. No tengo intención de firmar un contrato con otras empresas. Puede que dispute algún choque suelto con ellas. No digo que no, probablemente sí. Pero quiero seguir por mi cuenta.
- ¿Coincidir con Olaizola II e Irujo ha sido una suerte o un dolor de cabeza?
- Una suerte, una gran suerte. Han sido unos rivales tremendos y considero un honor haberme enfrentado a ellos. Cuanto mejores son los pelotaris a los que te enfrentas, mayores opciones de mejorar.
- ¿En qué margen de peso se ha movido en diecinueve temporadas de profesional?
- Debuté con 68 kilos y los últimos años he rondado los 76.
- ¿Cómo se las arregla un pelotari tan ligero en un deporte de pesos pesados?
- La habilidad también tiene su importancia. La fuerza y el poderío físico influyen mucho, sobre todo en los partidos individuales. También desde ese punto de vista Aimar e Irujo han sido superiores a mí y esa diferencia ha sido decisiva en muchos momentos. Han tenido más fuerza, más resistencia y más pegada. Lo he compensado a base de ser pelotari y de ser audaz.
- Ha adquirido muchos riesgos en su juego.
- Sí, a menudo.
- Parecía predestinado a brillar en el Cuatro y Medio, pero ha ganado más txapelas y antes en el Manomanista.
- Tengo dos txapelas del Manomanista y una del Cuatro y Medio, conseguida además por los pelos ante Jokin Altuna en aquel 22-21 de Vitoria. He tenido habilidad y rapidez para el juego en los cuadros alegres, pero también la han tenido todos mis rivales.
- Se ha acoplado de maravilla al mano a mano en toda la cancha.
- Sí. El cuatro y medio es muy explosivo y agota desde el plano físico. En el mano a mano, aunque no lo parezca, es más fácil conseguir el tanto a base de habilidad y creo que mi juego en toda la cancha se ha basado en ese punto.
compañeros
- ¿El momento más dulce de su carrera?
- Han sido numerosos, un montón. Sobre todo las txapelas. Suponen alcanzar lo que un pelotari ha soñado toda su vida.
- ¿Una victoria?
- Aparte de las que significaron mis cuatro txapelas, destacaría las tres en finales del Torneo San Fermín del cuatro y medio, dos contra Juan y una ante Jokin. Personalmente, les doy tanto valor como a las oficiales. Y la actuación que completé ante Altuna III en 2018 ha sido la más especial dentro de la jaula a lo largo de toda mi carrera.
- ¿Y el momento más amargo?
- Hay varios: la final del Manomanista que no pude disputar en 2015 tras romperme un dedo en un entrenamiento; lesiones; los cuatro meses que estuve parado tras caerme en el monte y sufrir una fractura en el tobillo derecho; aquella temporada en la que la empresa me programó en teloneros... A lo largo de veinte años tienes de todo, pero me lo he tomado todo con filosofía y he buscado ser positivo. Nunca me he caído psicológicamente.
huelga de baiko
- ¿Una derrota?
- La final del Cuatro y Medio que perdí contra Olaizola II en Gasteiz en 2012. Hubo guerra con el material y lo pasé mal. No gocé nada en aquel partido. Guardo mal recuerdo de aquel día.
- En 2014 sufrió una grave lesión de tobillo en el monte. Se recuperó bien...
- La lesión era potente. Más de una vez le he agradecido en persona al doctor Mikel Sánchez lo que hizo por mí y quiero aprovechar esa oportunidad para volver a darle públicamente las gracias. Realizó una operación perfecta y creo que he podido seguir jugando a pelota otros siete años gracias a ello.
- ¿Considera que ha recibido buen trato de la empresa a lo largo de su carrera?
- Ha habido de todo. Pero voy a ser sincero. Reconozco que siempre he sido un poco rebelde y por ello no le he pedido a la empresa una fidelidad total hacia mí. Es mi forma de ser y la empresa tiene su manera de actuar. Siempre he tratado de dar el máximo como profesional, por supuesto. Ahora bien, no tengo intención de reprochar nada a nadie. Soy consciente de cómo funciona esto. Las empresas son empresas y los pelotaris somos pelotaris.
- La huelga de los pelotaris de Baiko, en la que usted tomó parte, fue otro momento difícil.
- Aquello fue duro de verdad, muy duro. Vimos necesaria aquella movilización y valió.
- ¿Han cambiado las cosas desde entonces?
- Un poco sí. Los comportamientos han cambiado para bien.
- ¿Entiende que su participación en la huelga de pelotaris ha acelerado el fin de su carrera?
- No, no creo. Los últimos meses hemos salido de la plantilla los veteranos de la empresa. Arretxe, Ibai Zabala, Aimar Olaizola y yo. La empresa tiene su filosofía, ha decidido contar con los jóvenes y me parece lícito. Cuando debutamos nosotros, hubo otros pelotaris que se marcharon a casa. Es ley de vida. La propia vida y el deporte funcionan así. No quiero darle mayor importancia y considero que mi marcha de Baiko no se debe a la huelga.
- Se palpa que los compañeros le aprecian.
- He hecho muchos amigos gracias a la pelota. He coincidido en el vestuario con cien pelotaris o más y me puedo jactar de que no me he llevado mal con nadie y de que he hecho amistad con la mayoría.
- Final manomanista Barriola-Bengoetxea VI en el Atano III, en 2008. Dos pelotaris de Leitza frente a frente. ¿Cómo vivió aquello?
- Fue muy bonito. Mi primera final, no tenía nada que perder, era muy joven... Resultó más duro para Abel. Él venía de perder algunas finales, y gané yo. Aquel día se celebró una gran fiesta en Leitza. Barriola se llevó un gran disgusto, pero su comportamiento fue excelente. Es un tipo elegante y lo demostró en aquella ocasión.
trayectoria
- ¿Guarda más recuerdos del Atano III?
- Aparte de la final, por supuesto, no me olvido de los entrenamientos para el Manomanista en primavera. Íbamos por la mañana, con buen tiempo y temperatura agradable. Mi sentimiento más agradable del Atano III son aquellas sesiones.
- Su último partido de despedida será en el Labrit.
- El frontón más especial para mí. Debuté allí, soy navarro. También hay buen ambiente en otros frontones, pero el de Pamplona es único estos últimos años. La mayoría de los pelotaris compartimos esa opinión, y pienso que también los pelotazales.
- Ha destacado por su alto nivel competitivo. ¿Eso se trae de origen o se trabaja?
- Viene en los genes. Es imprescindible para competir en la élite y mantenerse arriba muchos años.
- ¿Llegarán más Bengoetxeas?
- De momento la saga ha llegado a VII -Ibai, retirado-. Los hijos de algunos primos son buenos pelotaris y vendrán más Bengoetxeas.
- ¿Le ha quedado algo por hacer como pelotari?
- No tengo esa sensación. He jugado un montón de partidos, más de mil, muchos de ellos importantes, he ganado varias txapelas. He acumulado numerosas vivencias y sentimientos dentro de la cancha. Sinceramente, no me ha quedado nada por hacer.
- ¿Cómo le gustaría que se recordara a Bengoetxea VI?
- Como un pelotari que jugó con pasión.
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