Goikoetxea y Aimar, a la final

Goikoetxea y Aimar cumplieron los pronósticos y estará en la final del domingo del torneo Jaia Alai Winter Series de cesta punta. Superaron a Olharan y Etcheto (2-1) en un duelo que terminaronm más enteros y que se encargó de decidir el delantero de Zumaia. El frontón de Gernika volvió a tener las gradas a rebosar. 1.750 espectadores se dieron cita en la anteúltimo partido de la competición que mantuvo la emoción hasta el final. Los colorados se medirán a Erkiaga y Zabala en el choque cumbre.

El partido arrancó algo frío pero conforme discurrieron los tantos y los delanteros entraron en acción subió su intensidad. Los vascofranceses apostaron por cargar atrás para buscar las cosquillas del zaguero de Berriatua y llegaro a contar con una ventaja de cuatro tantos a mitad del primer juego. Aimar dejó los nervios de un lado y su compañero retrasó algo su posición, y a sí comenzó su remontada.

Poco a poco compactaron mejor y entraron en el partido. A medida que el vizcaíno encontró su sitio, su delantero entró más en juego y colocó bien la pelota en los cuadros largos para dificultar la labor de Etcheto. Comenzaron su remontada con un parcial de 7-1 en la que Goikoetxea movió mejor la pelota y encontró huecos.

Olharan y Etcheto se resistieron. Un momento de inestabilidad de sus rivales les permitió colocarse a tan solo un tanto (10-9), pero a partir de entonces el set fue de sus rivales. Tuvieron la paciencia suficiente para madurar el tanto, mientras que sus rivales tuvieron que arriesgar al comprobar que la victoria parcial se les escapaba y no les salieron las cosas (15-10).

El segundo comenzó marcado por la igualdad. La presión era para los de azul porque una nueva derrota les dejaba fuera, per o Olharan entró más en acción y el choque ganó en viveza.

Los delanteros dispusieron de más oportunidades para entrar al remate y las aprovecharon. El marcador reflejó un empate a cinco que auguaraba un final de juego de infarto, pero los colorados comenzaron a mostrar algunas carencias y todo cambió. Los vascofranceses tiraron de solidez y arrimaron bien la pelota para conseguir cinco tantos consecutivos que les dieron mucho aire.

A partir de entonces supieron administrar la ventaja, mientras que sus rivales quisieron pero no pudieron remontar. Su intermitencia les pasó factura aunque dejaron algunos detalles de calidad. Fue Olharan el encargado de poner la puntilla al set con una buena cortada en la punta y una pelota atrás tras mover bien a sus oponentes (8-15).

Con la espadas en todo lo alto comenzó el tercer y definitivo juego. Esta vez el de Zumaia ajustó a la perfección su muñeca para que evitar las sorpresas y tener la situación controlada. Un par de picadas entre sus dos rivales y otras cortada por pared, permitieron a los colorados tener la situación controlada. A sus rivales no les quedó otro remedio que arriesgar porque el choque se les escapaba, pero no les salieron las cosas. Olharán midió mal un rebote en el ancho y ahí terminó su partido (5-2).