Una final de la 'jaula' demasiado apretada

Lo ocurrido hasta el momento queda en un segundo plano. Incluso que el que vestirá de azul cayera en un plazo tan breve de tiempo en la final más grande contra el mismo rival, algo a lo que no estaba acostumbrado. «Los aficionados pensaban que tendría muchas dudas, pero ha demostrado que sigue a un nivel muy grande. Es la quinta final consecutiva de Altuna III, y eso significa mucho. Es una distancia en la que se maneja muy bien y en la que se siente cómodo».

La presencia de Jaka en un duelo de estas características tampoco sorprende en ya. Logró su primer título en noviembre, «pero desde hace cerca de dos temporadas ya veía demostrando lo que juega. Incluso el año pasado estuvo cerca de llegar a esta final». Lo que sí cree el navarro es que el de Lizartza, en estos momentos, puede ser el peor rival para Altuna III, «pero no porque le haya ganado hace poco, sino por la confianza que le ha dado el anterior triunfo».

Su momento dulce es evidente. «Y la cabeza es muy importante en choques de estas características». «Es uno de los mejores rematadores porque esconde muy bien el gancho tanto cuando quiere poner la pelota en el ancho como en el 'txoko', y está tocando rápido la pelota. Es uno de los pelotaris que mejor saca, y en una modalidad así es muy importante. Hoy en día, la jugada inicial es un 60%, porque si no consigues el tanto con ella, puedes aprovechar el siguiente pelotazo».

La amplitud del frontón Bizkaia puede dar más confianza al restador a la hora de devolver la pelota con altura, «pero si sacan largo como en las semifinales, no hay muchos milagros». Vistas las características de ambos contendientes el de Goizueta espera un encuentro bastante rápido. Su facilidad para el remate puede acortar los tantos, «y no creo que vaya a ser un duelo de mucha exigencia física». Respecto a la táctica de cada uno, todo indica que bajarán la pelota para evitar el gran juego que los dos atesoran y buscarán la cortada a los pies para que el otro esté incómodo. «La teoría es fácil y los complicado es aplicarla. Existen otros factores a tener en cuenta y es el partido el que se te enseña dónde pueden estar los puntos débiles del rival».

La tendencia será acortar el frontón más todavía de lo que indica la distancia. No dejar pensar ni respirar al rival. El que consiga situarse en el centro de la cancha y mover a su oponente tendrá mucho ganado. Pero tanto Jaka como Altuna III cuentan con la calidad suficiente para dar la vuelta a cualquier momento de agobio con un golpe estratégico.

«En cuanto al juego no hay muchas diferencias entre ellos y si cada uno consigue dar lo suyo el choque puede ser apretado en cuanto al resultado. Otra cosa es que uno de los dos comience a flaquear por alguna razón en concreto y el otro se lleve la victoria más fácil de lo esperado». matiza.

Las estadísticas le dan la razón a Olaizola II. En las últimas siete ediciones, desde que el de Goizueta e Irujo fueron cediendo protagonismo y dejó de existir un dominador claro en esta especialidad, 38 (22-16) ha sido el número mínimo de tantos que se han jugado en una final. Desde entonces ha habido seis ganadores diferentes. Jaka puede ser el séptimo, pero para eso tendrá que superar al delantero que más veces seguidas ha jugado esta final.