No hay amigos en la cancha

Son muchas las horas que han metido juntos en el gimnasio porque tienen el mismo preparador, e incontables los entrenamientos que han realizado en una cancha. Incluso el de Arbizu ha sido botillero del de Zenotz en los encuentros individuales. Pero el sábado Ezkurdia y Peio Etxeberria aparcarán sus sentimientos por un momento porque se enfrentan en el Labrit por una plaza en la final del Cuatro y Medio y el premio es muy grande.

Es el encuentro que ninguno quería, pero en el que tienen depositadas sus esperanzas para optar de nuevo al título, en el caso del que vestirá de colorado, y para reivindicarse definitivamente en la 'jaula', en el del más joven. Un duelo que lleva implícita una gestión distinta por todo lo que le rodea, en el que hay que mantener la cabeza fría y tener muy claras las ideas. Se conocen a la perfección, por lo que pocas sorpresas puede haber en cuanto al juego, pero el que mejor sepa gestionar sus armas en el momento preciso tendrá mucho ganado.

El lunes se ejercitaron juntos y el viernes también lo harán. No hay porqué cambiar las rutinas. Incluso habrá bromas de por medio entre ambos referentes al choque. «La relación es la misma, aunque lo viviremos con mucha tensión y ganas a la vez», ha admitido Peio Etxeberria. Será a partir de esa última sesión un día antes del choque cuando llegará el momento de preparar el choque desde el punto de vista psicológico. «Intentaré mantener las rutinas, pero evadirme y dejar todo a un lado. Pensar que es un rival más», ha añadido Ezkurdia.

Ambos llegan plenos de confianza. El de Arbizu porque mostró su mejor juego cuando tenía que hacerlo contra Unai Laso y encontró las sensaciones que había estado buscando el resto del campeonato. El que vestirá de azul logró su clasificación para esta ronda por segundo año consecutivo tras superar al campeón Altuna III, con lo que eso supone, aunque el guipuzcoano no mostrara su mejor versión.

En ese aspecto están con la misma dosis de moral. «Lo complicado será acertar en el encuentro porque lleva otras muchas cosas implícitas. Queda un paso grande por dar frente a un rival que es un guerrero, agresivo, muy rápido en la cancha y que se agarra a todos los tantos», ha subrayado el de Arbizu.

Peio Etxeberria ya sabe cómo está el rival que se va a encontrar por lo que prefiere centrarse en su juego «para tratar de sacarle de su sitio. Estoy con mucha ilusión, luego ya veremos si salen las cosas». No quiere comerse «la cabeza» mucho más. «El año pasado pequé de novato porque me pudo la presión, pero en esta ocasión llego con más partidos y contra Darío comprobé que aunque las cosas no empiecen bien pueden cambiar». A pesar de lo que hay en juego, para el de Zenotz será un partido «precioso», «con el Labrit lleno y toda nuestra gente en las gradas. Estoy deseando de que llegue», ha concluido.

El material que han escogido esta mañana no será excusa. Cada uno ha encontrado lo que buscaba. Ezkurdia se ha decantado por un par de pelotas «más exigentes». Las de su rival dan algo más de tiempo para colocarse.