Ezkurdia transmite confianza

Jaka pagó su mal arranque y cuando quiso reaccionar era demasiado tarde. Sin embargo, el guipuzcoano propuso trabajo sobre la cancha y complicó la vida a su rival con su volea de izquierda y, por momentos, con el saque. Tampoco tuvo la fortuna de su lado porque mandó hasta tres pelotas a la chapa y se le escaparon un par de ganchos por poco, cuando estaba en plena remontada. La segunda falta de saque que hizo cuando había conseguido colocarse a cuatro tantos también le pasó factura.

El encuentro cumplió con las expectativas. Se enfrentaban dos pelotaris en un momento dulce y, aunque en un principio parecía que el choque se iba a quedar en nada por la autoridad del navarro, pronto quedó claro que Ezkurdia iba a tener que sudar para estar en la siguiente fase.

Hasta el 11-2 el navarro fue dueño y señor de la situación. Y eso que la tercera pelota que tocó la mandó fuera con la derecha. Pero el de Arbizu no estaba para concesiones y encarriló pronto la situación con su pegada, al esconder bien los golpes, y por que el juego de aire del de Lizartza mostró algunas lagunas. El que vistió de azul pidió un descanso en el 8-2 para tratar de cortar la racha, pero no le sirvió de mucho.

Sin embargo, Jaka siguió a lo suyo a la espera de recuperar el saque y de una tacada que le metiera en el encuentro. En su primera tentativa tan solo consiguió dos tantos, lo que le llevo a retirarse al primer descanso obligatorio ocho abajo (12-4).

El paso por vestuarios le sentó bien porque en el siguiente tanto se sacó un gancho de resto casi perfecto. Sumó cinco seguidos más en los que rayó a un gran nivel, moviendo bien a su rival y encontrando huecos en la cancha. Pero tras colocarse a cuatro, la jugada inicial se le fue larga y Ezkurdia aprovechó la situación para respirar en el marcador (17-10).

Parecía que tenía la situación otra vez controlada, pero Jaka no hincó la rodilla y volvió a encadenar otra tacada de tres que le metió otra vez en choque. Fue ahí cuando Ezkurdia controló a la perfección la presión y se la quitó de encima con una gran cruzada de izquierda al ancho, una acción en la que su físico se impuso al del rival y el primer y único tanto de saque del encuentro. Fue demasiado para Jaka, que ya no pudo reaccionar y tuvo que rendirse a la evidencia.