La despedida de Iñaki Osa Goikoetxea del profesionalismo tras 28 años de carrera en la final del Winter Series de cesta punta de Gernika no ha podido ser completa. Erkiaga e Ibarluzea han dado la sorpresa para dejar con la miel en los labios a ... los aficionados que esperaban el final feliz. El mago de Ispaster ha vuelto a sacar la varita para ofrecer un recital ante un frontón abarrotado y reclamar su estatus. Ha rendido su propio homenaje al delantero de Zumaia sobre la cancha. A su estilo. Con sus mejores argumentos. Y ante eso solo queda aplaudir. Las finales no se ganan con el corazón.
Muy bien acompañado por Ibarluzea se han llevado un partido que han tenido controlado prácticamente desde los primeros compases porque han formado una combinación rocosa que ha terminado por fundir al guipuzcoano y Lekerika. Segundo torneo para el de Ispaster y primero para el de Markina, que ha demostrado que tiene un hueco entre los grandes por la regularidad mostrada en los momentos cumbres y por la forma de gestionar todo el campeonato.
Ha contado con la inestimable colaboración de un delantero que este domingo ha vuelto a dejar boquiabiertos a todos. Ha salido con el cuchillo entre los dientes porque era consciente de que tenía que arriesgar y ha plasmado toda su calidad sobre la cancha más exigente. Erkiaga ha sacado a la perfección, al cuadro seis y medio, para evitarse complicaciones, y a rematado como los ángeles. A la mínima ocasión que ha tenido no se lo ha pensados dos veces y su calidad ha hecho el resto.
Ibarluzea era la clave de la final porque sus rivales le iban a buscar constantemente con una pelota viva con la que querían apagar a su compañero. Y el de Markina ha rendido a un nivel alto. Ha controlado la situación en todo momento a pesar de que le han apretado, ha metido bien pelota por pared y cuando ha tenido oportunidad ha exprimido su revés para generarle situación de ventaja al de Ispaster. No se ha agobiado por la carga de trabajo y su regularidad ha sido impecable.
Goikoetxea y Lekerika no han podido con lo que se les ha venido encima y se han desmoronado. El de Zumaia ha tenido menos ocasiones de las que esperaba entrar al remate con claridad y cuando lo ha hecho se ha encontrado con casi todos los huecos tapados. Lekerika tampoco ha rentabilizado su derecha y, aunque ha dominado por momentos, le ha faltado la estabilidad que han tenido sus oponentes.
El choque ha comenzado con dos buenas arrimadas atrás del guipuzcoano, que ha dejado claro que buscaba un partido sin muchas florituras por lo que había en juego. Pero en el momento que los que vestían de rosa han sacado su pelota, menos viva pero con toque, han igualado el marcador. El de Ispaster ha necesitado algo de tiempo para tomar las medidas a la cancha y el marcador ha seguido apretado hasta el empate a siete. Ha sido a partir de entonces, con Ibarluzea ya centrado, cuando ha pasado a la acción para dejar al público rendido a sus pies y a sus rivales desnortados.
Su costado ha sido un cuchillo afilado porque lo ha cambiado en cada remate para hurgar más en la herida de unos oponentes que no han encontrado la fórmula para quitarle protagonismo, ni han podido buscarle las cosquillas al de Markina. De esta forma los vencedores han abierto el hueco que buscaban y que les ha dado alas para adjudicarse el primer set (11-15)
Más fácil
Tenían el encuentro donde querían, pero faltaba por ver si Goikoetxea y Lekerika eran capaces de cambiar la dinámica en el segundo juego. Tampoco han podido. El de Ispaster se lo ha dejado claro desde el principio. Con una derecha al rebote imposible de restar, un dos paredes y un par de costados marca de la casa. Se le ha escapado un tercero a la chapa después de dar un recital de cómo se mueve a los rivales.
Goikoetxea ha tenido que arriesgar más y lo ha dejado claro con un rebote a dos paredes, pero ha sido una acción aislada porque en los cuadros alegres el espectáculo lo ha puesto su rival. Sin dar un respiro. Poco a poco ha mermado la resistencia de los favoritos que, por mucho que buscaban, no encontraban desahogo. Y han llegado sus errores. El dos paredes que ha fallado Lekerika en el 2-9 ha sido el mejor ejemplo de la desesperación en la que se encontraba el de Gernika tras un par de fallos anteriores.
A partir de entonces el partido ha sido más sencillo para Erkiaga e Ibarluzea. Su ventaja las ha permitido gestionar lo que quedaba a la perfección. El de Zumaia se ha revuelto por última vez y ha conseguido acortar algo la diferencia, pero la contundente respuesta del de Ispaster ha dejado todo visto para sentencia. Goikoetxea ha mandado a la chapa de costado a resto su último pelotazo como profesional. (6-15)
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.