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El Parejas vivió la pasada jornada como un caballo desbocado. Sin poder sujetar las riendas y descontrolado. Con dos partidos que desembocaron en el estuario del 21 iguales. Un hecho que en esta etapa convulsa de la pelota a mano no se había producido. Estos ... apretados resultados que se han repetido a lo largo de la historia sirven para mantener el interés y la emoción.
Me gustó el duelo que mantuvieron Urrutikoetxea e Imaz contra Elezkano II y Zabaleta. Jugado con intensidad. A cara de perro. No dando una pelota por perdida. Defendiendo el tanto hasta la extenuación. Y cruzándose miradas torcidas entre los protagonistas como si tuviesen alguna cuenta pendiente que saldar. Había un alto voltaje en la cancha. Y eso se palpaba.
En un principio gozaron de una ventaja sustancial la pareja adscrita al cuadro de la promotora de los Vidarte. Parecía que la cosa era pan comido. Sin embargo, el guion de los partidos suele tener pasajes imprevisibles. Viniendo de atrás Urrutikoetxea y su guardaespaldas se pusieron al mando de los acontecimientos: 16-15.
Entonces Zabaleta afinó su puntería, hasta ese momento con un comportamiento errático, y acorraló en la zaga a Imaz. El hecho tuvo sus consecuencias. Elezkano II tiró de manual y llenó su repertorio de exquisiteces. Se fue como una bala a 22 y dejó a sus rivales absolutamente sorprendidos y atónitos. Danel finalizó 15 tantos y vino a constatar que pertenece por derecho propio a la saga de los puntilleros.
El primer 21 iguales tuvo lugar en el histórico Astelena de la villa armera. Jugaron Altuna III y Mariezkurrena contra Peña II y Albisu. Fue uno de esos partidos carente de calidad. Predominaron los errores, fallos y pérdidas de sitio. El joven zaguero navarro esta vez no tuvo su día. Dejó de poner en el frontis 13 pelotas y estuvo roído por la ansiedad. El último tanto la veleidosa no estuvo de lado de Peña II. Marcó una paradita al 'txoko', con Jokin Antuna completamente vendido, y la pelota impactó en la chapa baja del frontis. Mala suerte.
El otro empate se materializó el pasado lunes. Bengoetxea VI y Aranguren les quitaron el pan del morral, 22-21, a Jaka y Martija. El suceso aconteció en el frontón Ibarreta de Zeanuri. El recinto con las medidas muy justas en lo concerniente a la largura tuvo sus consecuencias. Se apartó un material para jugar de medio bote, y con el que el delantero de Leitza se pudo lucir a la hora de rematar. Fue el protagonista de la noche. Vino a demostrar que con este tipo de cestaño son muy pocos los que le pueden comer la tostada.
La jornada trajo consigo una nueva derrota de Olaizola II y Rezusta, que en la línea de salida partieron con la vitola de pareja a batir. Y los que pasaron por encima de ellos (10-22) fueron Ezkurdia y Ladis Galarza. El de Arbizu cuajó un partido sideral. Hizo y deshizo a su antojo. Estuvo bien respaldado el de Baraibar. Los derrotados desnortados y con la brújula loca.
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