Egiguren y Loza, campeones de la vigésima edición del Biharko Izarrak

Egiguren y Loza se adjudicaron este viernes la vigésima edición del torneo Biharko Izarrak de pelota aficionada, que se disputa en Mallabia y patrocina EL CORREO. Mucho más compactos, gestionaron a la perfección la final y consiguieron una victoria bastante más fácil de lo esperada frente a Apezetxea y Landa. El delantero puso el ritmo a la contienda y firmó su mejor partido del campeonato, mientras que el zaguero estuvo muy centrado y en su sitio y tan solo perdió un par de pelotas. Fue nombrado mejor pelotari del campeonato y pudo sacarse la espina de la derrota que sufrió el año pasado.

La combinación colorada se diluyó conforme pasaban los minutos. El delantero de Goizueta no pudo tener el protagonismo que esperaba porque sus rivales mandaron en el juego, mientras que el zaguero de Oiartzun tampoco pudo sacar el brillo que tiene en su zurda. El trabajo se le acumuló y pago caros los errores que cometió. Le restaron bastante confianza y perdió gas al final de la contienda.

Vista la actuación de los cuatro protagonistas durante el campeonato se esperaba un choque cumbre bastante más reñido, pero los azules rindieron a un nivel alto y sus rivales no encontraron la fórmula para contrarrestarles. La primera consigna era no perder pelota, y en ese aspecto el de Azpeitia, hermano del profesional de Aspe, y el de Baños del Río Tobía estuvieron bien plantados sobre la cancha y su defensa fue buena.

El guipuzcoano consiguió mandar en el encuentro con su zurda. Le había faltado acabar los tantos en sus anteriores compromisos, pero no tuvo prisa a la hora de la finalización. Cargó bien a los cuadros largos las veces que consideró oportunas hasta que dispuso de la mejor ocasión para entrar. Loza aguantó bien al principio la contienda cuando el guardaespaldas de Oiartzun estuvo algo más entonado, y estuvo más cómodo en la segunda mitad.

Los ganadores consiguieron adelantarse nada más arrancar porque a Apezetxea le costó controlar su ímpetu, pero las fuerzas se igualaron cuando el zaguero bajo la supervisión de Baiko se asentó y comenzó a retrasar la pelota. De esta forma lograron empatar el choque a cuatro con un derechazo al cuadro diez y un buen gancho del navarro.

Pero sus rivales mantuvieron la calma y consiguieron romper el choque. Egiguren movió bien a sus rivales y el riojano aprovechó a la perfección la pelota servida que dispuso. Con un parcial de 1-7 llegaron al ecuador de la contienda crecidos, mientras que Landa comenzó a dar preocupantes síntomas de inestabilidad.

La segunda parte del choque fue bastante más sencilla para ellos. Acertaron a la hora de leer dónde estaba el punto débil de sus rivales e insistieron. No tuvieron prisa. Trabajaron bien y se entendieron sobre la cancha. A Landa se le incrementaron las dudas y falló demasiado. Apezetxea estuvo desactivado. Y los que vistieron de azul mantuvieron su regularidad hasta el final del choque sabedores de que estaban en el buen camino. El premio de la deportividad fue para el vizcaíno Urko Bullón.

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