«Estoy muy contento por cómo he jugado cada tanto», destaca Altuna III

Jokin Altuna era ayer un hombre feliz. Llegó a la sala con su trofeo de campeón, con la txapela calada, además de la camiseta colorada que vestirá a lo largo del año. «Estoy muy feliz. Todo me ha salido perfecto», señaló. Desde que saltó a la cancha para calentar tuvo «muy buenas» sensaciones, «incluso mejores de las que tuve durante el día porque la pasada noche no dormí muy bien. Siempre tienes esas mariposas en el estómago», admitió.

Pero aquello ya estaba olvidado. Estaba satisfecho por el partido que había firmado, «y por cómo he jugado cada tanto. La txapela es un premio a todo el trabajo que haces, pero la felicidad me la da labor que hago día a día».

Tal y como había anunciado en la elección de material, el de Amezketa se centró en su trabajo. Reconoció que al principio tenía cierta presión «porque tienes mucho para ganar pero también para perder, pero he preparado bien el campeonato y la verdad es que estoy muy contento».

Firmó un choque redondo. «En algún tanto igual quería poner la pelota por el 'txoko' y cuando ha tocado la pared he visto que Rezusta quería conectar enseguida de sotamano y empezar a imprimir el ritmo, sobre todo en la primera parte. Hemos jugado unos tantos duros pero he conseguido marcharme en el marcador y pienso que ahí ha estado la clave de la final».

Con el saque también hizo daño. Generó dudas en su rival, que era su objetivo. «Daba un paso hacia adelante pero luego optaba por ir para atrás, y cuando lo haces siempre es más difícil. Es cierto que su postura de costado te crea un poco de desconfianza, pero le conseguido una buena tacada y por eso le ha ganado».

De golpe veía bien a Rezusta, «pero es cierto que cuando en una final te pones con un 2-9 en contra te crea dudas porque ves que el rival está fuerte y darle la vuelta siempre cuesta». En la segunda parte el zaguero bajó algo sus prestaciones a la hora de restar. «Cuando un partido acaba con este resultado es señal de que uno ha hecho muy bien las cosas», dijo.

A pesar de la gran diferencia que tuvo en el choque, no lo vio ganado hasta el final. «En el Manomanista cuando el rival coge el saque siempre te crea muchas dudas. Cualquiera te pude hacer una tacada muy grande, pero he ido con decisión al resto de aire y me he encontrado muy bien», afirmó.

A sus 25 años sumó su segunda txapela del mano a mano. «Son cosas muy bonitas. Cuando empecé no me imaginaba estar aquí con este número». Está mentalizado en que tiene que seguir igual. «Tengo muchas ganas de ser un pelotari mejor. Los títulos me dan motivación para seguir haciéndolo». El delantero dedicó el título a su abuelo Joxe, recientemente fallecido. «Pasé mucho tiempo con él en los frontones desde pequeño. Es una pena que no pudiera disfrutar de esta final. También va por mi familia y a mi ama, que ha estado un poco triste. Toca levantar el ánimo y tirar para adelante».