«Sé que estoy consiguiendo cosas muy importantes»

- Octava final en cinco años, tercera del Manomanista. ¿Se lo cree?

- Sé que estoy consiguiendo cosas muy importantes, pero en los siete años que llevo en la pelota he aprendido que cuando te va bien no sirve de mucho emocionarte, y cuando las cosas no te salen darle vueltas no te conduce a nada. Tengo un partido dentro de dos semanas y estoy centrado en él, en entrenar bien y hacer lo mejor posible las cosas.

- ¿Le cuesta mucho ponerse a pensar en la final?

- No. Este año con tanta competición no hay tiempo para celebraciones ni para lamentaciones.

- ¿Qué ha hecho bien en este campeonato?

- Muchas cosas, sobre todo en el primer partido contra Ezkurdia. Fue muy exigente. Porque el domingo hasta el 12-0 el encuentro fue muy rápido. Para llegar a una final del mano a mano hay que hacer muchas cosas bien. No solo en el saque y en el resto, también en el peloteo. Y físicamente las sensaciones han sido buenas.

- ¿Qué supone jugar por otra txapela del mano a mano?

- Cuando empecé con 18 años no esperaba jugar una final de esta especialidad y con 25 ya llevo tres. Se veía que físicamente me iba a costar porque siempre he sido de evolución tardía. Cuando mejoras de fuerza se nota.

- Por su palmarés, ¿está en plena madurez?

- Los últimos años estoy teniendo buenos resultados porque me encuentro mejor. Como todos, tengo distintas fases a lo largo de la temporada, pero estoy siendo regular y por eso llegan los resultados. Además estoy teniendo suerte con las lesiones.

- ¿Esa regularidad se aprende con los años?

- La experiencia me dice que, pase lo que pase, hay que seguir trabajando igual.

- Conseguir los picos de forma en cada campeonato no es sencillo.

- Estamos jugando casi todas las semanas y el cuerpo no responde igual. Es imposible estar siempre bien y menos este año que hemos tenido cuatro campeonatos en muy poco tiempo. Tuve un mes en el Parejas que estuve más justo y se me notó, pero en general estoy contento.

- ¿Este torneo ha subido un punto el ritmo de su juego?

- Estoy tocando la pelota un poco más con la derecha y buscando el sotamano. He visto que jugando más agresivo hago más daño y las cosas me están saliendo bien. Ya veremos la final. El año pasado jugué bien pero un poco más clásico.

- Las últimas cuatro ediciones del Manomanista han tenido otros tantos campeones.

- Es bueno para la pelota. Hay una igualdad muy grande y eso indica que en los partidos puede pasar cualquier cosa, y para el espectador también es bueno.

- ¿Se ha terminado la hegemonía de solo dos pelotaris como antaño?

- Cuando se dieron, esos pelotaris ya tenían 30 años y una carrera larga a sus espaldas. Ahora hay muchos pelotaris jóvenes y hay que darles tiempo, por lo que se verá más adelante. Lo más complicado en el deporte es estar muchos años arriba.

- ¿Colocar la pasa en el cuadro seis y medio ha dado otra visión al Manomanista?

- Sin duda. Es muy perjudicial para los pelotaris que tienen saques bombeados, y a los zagueros les beneficia porque restan a bote y están más cerca de frontis. Hay que amoldarse a los cambios.

- Vista la actuación de los zagueros este año, ¿pueden empezar a creer que es más factible este título para ellos?

- Ya han demostrado que pueden ganarle a cualquiera. Rezusta, Zabaleta e incluso Albisu si lo prepara tienen muchas condiciones. Se necesita entrenar mucho y hoy en día el calendario está muy comprimido, pero capacidad tienen de sobra.

- El día 13 se medirá a un pelotari que llega por primera vez a una final. ¿Un rival así es más asequible?

- No lo sé. La experiencia me dice que puede pasar cualquier cosa. Cuando yo jugué la primera contra Olaizola II el navarro llevaba un montón y le gané. El año pasado Jaka la jugó por primera vez y me superó. Para el que llega por primer vez jugarla a puerta cerrada es beneficioso porque cuando sales del vestuario a la cancha y notas el murmullo que hay en el frontón siempre te pone la piel de gallina. Sin público no se vive el choque cumbre plenamente, pero para jugarlo es más cómodo.

- Es casi vecino de Artola y se conocen desde pequeños. ¿Le beneficia o le perjudica?

- Es bueno para los seguidores de la zona, para los entrenadores que tuvimos en aficionados y para Gipuzkoa. Los últimos resultados demuestran que se han hecho muy bien las cosas en las escuelas de pelota y que no es casualidad. A la hora de jugar la final, la presión es algo que te pones tú, y tienes que aprender a sobrellevarla.

- No ha sentimentalismos en una final.

- El otro siempre es el rival, y en una choque cumbre todavía más. Por lo que estoy centrado en mi trabajo.

- Debutaron juntos pero usted explotó mucho antes que él.

- Ahora no hay paciencia con los pelotaris. Antes debutaban más tarde y jugaban sus primeras finales a los 25 años. Ahora con 23 si estas arriba y no llegas a una final, la gente te critica. Artola ha necesitado su tiempo y con las lesiones no ha tenido tanta suerte. Y si ha llegado ahora arriba es porque ha trabajado mucho y lo ha merecido.

- ¿Le ha visto mejor que nunca?

- Otros años también le he visto bien, pero en momentos puntuales no le han salido las cosas. Este año en cada partido le he visto jugar de una manera diferente. Está centrado en lo que tiene que hacer y seguro que su hermano como botillero le ha dado confianza.