El complicado papel de los zagueros

En un deporte en el que impera el aire, ellos son los mayores damnificados porque están acostumbrados a jugar a bote, por lo que una buena parte del trabajo realizado ha consistido en pulir la volea y el sotamano para tener más confianza. «También hemos tenido en cuenta los movimientos laterales y las posturas a la hora de acabar el tanto». Otra de las facetas en las que tampoco se prodigan por su posición es el saque. «Zabaleta cuenta con uno más natural y tiene un látigo en la derecha, mientras que Rezusta ha ido a más en este aspecto».

El guardaespaldas guipuzcoano, que abre hoy (22.00 horas) su participación en Bergara contra un Jaka más rodado, terminó con buenas sensaciones el último entrenamiento realizado el martes. «Me gustó mucho y creo que va a ir a más». El navarro juega mañana en Pamplona frente a Ezkurdia y «llega muy fuerte». «Ambos son conscientes de que no son rivales fáciles, pero van a tener sus opciones».

Entran en juego una vez que ya está hecha la selección de los ocho más potentes, por lo que la dificultad se incrementa. «Pero cuentan con una liguilla por delante que psicológicamente les puede ayudar bastante porque no se lo juegan todo a una carta».

Tener la posibilidad de restar medio cuadro más adelante -la pasa está en el seis y medio- también es cierta ventaja para ellos. Su potencia en el golpeo hace que tengan más facilidad para ponerse a bote y evitarse problemas de aire. También pueden generar alguna duda en los delanteros que, como se ha visto en el arranque de la competición, tienden a sacar corto porque los rivales se adelantan. «Se pueden plantear quedarse atrás en más ocasiones, aunque también hay que tener en cuenta quién es el oponente».

Aunque el formato del torneo este año ha cambiado, Etxaniz no descarta que los zagueros vuelvan a plantarse en las semifinales. «Está complicado, pero cuentan con recursos suficientes para poner en aprietos a cualquiera. Han trabajado bien y llegan preparados».