«La cesta punta está muy viva»

La última vez que estuvo en el Jai Alai de Gernika fue en 2012 para ver las evoluciones de jóvenes puntistas que posteriormente terminaron jugando en Dania. Eran otros tiempos. La cesta punta todavía tenía tirón en Estados Unidos y había que mirar la cantera para cubrir huecos en los cuadros. Doce años después, Benny Bueno (Nueva York, 1964), intendente del frontón de norteamericano, regresó este lunes a Euskadi. Se cumplían tres años y cuatro días del cierre definitivo del último bastión de este deporte en Florida porque ya no daban los números, que fue el germen del nacimiento del Winter Series.

La historia dio un giro. La cancha estadounidense sigue activa en la actualidad con una temporada de tres meses con pelotaris semiprofesionales porque los responsables del casino que la regenta «les gusta el Jai Alai y quieren poner en valor la historia de este deporte, y así es rentable», admite Bueno. Los profesionales están en Euskadi jugando en un frontón lleno otra vez como el de la villa foral. Sentado en la localidad 98 de la final cinco del rebote, Benny Bueno asistió a la intensa victoria de Urrutia y Basque sobre Johan y Lekerika, que clasifica a los primeros para las semifinales y deja a los segundos sin opciones de estar en la siguiente fase.

Conocía a los puntistas porque la mayoría de ellos jugaron en Dania, y antes de comenzar el encuentro se decantaba por los derrotados porque «Johan trabaja muy duro y vive por esto, y Lekerika es un torito que se faja en la cancha». Antes que intendente, fue puntista. Jugó 17 años de delantero y 7 de zaguero, por lo que vivió la época de las gradas llenas y vio su declive. Y sabe de qué va este deporte.

Había mucho en juego, sobre todo para los que vistieron de verde porque una derrota les dejaba fuera, pero fueron ellos los que comenzaron mejor el choque. El delantero de Biarritz arrancó con el cuchillo entre los dientes e hizo valer su poderío, mientras que el zaguero de Gernika estuvo bien plantado atrás. A Urrutia y Basque les costó entrar. Cometieron más errores de la cuenta y el delantero no aprovechó varias oportunidades para finalizar, por lo que pagaron las consecuencias. Siempre a remolque les pudo la presión y vieron como Lekerika cerraba el juego con un dos paredes desde el cuadro doce en su tercera tentativa (15-10).

«Esperaba un set más igualado, pero se han dado muchos fallos. Habrá que ver como reaccionan los derrotados porque se la juegan en el segundo», apuntó Bueno. La respuesta no tardó en llegar. Les costó un poco más, pero Urrutia y Basque reaccionaron. Aguantaron al inicio del segundo set, y fue tras el empate a cuatro cuando mejoraron su versión para encarrilarlo. Dio igual que el delantero alcanzara el cupo de faltas y su rival aprovechara la circunstancia para entrar de resto.

Encontraron la fórmula para darle la vuelta a la situación. Mejor compenetrados y sin dejar huecos como en el primer juego. Urrutia esta vez aprovechó casi todo lo que metió en la cesta en los cuadros alegres. Entró bien al resto y finalizó. Cargó atrás cuando lo estimó oportuno y con su revés atropelló la zaguero. Basque le aportó la seguridad que necesitaba.

La dinámica cambió. Johan y Lekerika no pudieron parar lo que les vino encima. El vizcaíno perdió consistencia al final del set y por ahí se fueron una buena parte de sus posibilidades (11-15). «Tenían que jugársela y lo han hecho bien. Se han dado un par de errores críticos que han hecho que el resultado no fuera más apretado», sentenció el intendente de Dania.

Les tocó jugar a todo o nada. A cinco puntos. «Demasiado corto. Puede pasar cualquier cosa», vaticinó Bueno. La tensión invadió la cancha y las gradas, pobladas mayoritariamente por seguidores de Lekerika. Se jugó a cara de perro, pero los ganadores gestionaron mejor los nervios. Arriesgaron lo justo y estuvieron centrados en defensa. Los aciertos y los fallos de Johan marcaron el devenir del juego. A pesar de todo se llegó al empate a cuatro y el choque cayó del lado de Urrutia y Basque. La grada llena ovacionó a los cuatro protagonistas tras cerca de una hora y veinte minutos de juego. «La cesta punta esta muy viva», sentencio Benny Bueno.

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