Un campeón pendiente de Laso

Laso es el principal exponente de la progresión experimentada por una plantilla «mucho más nivelada para jugar contra Aspe» que le hace albergar esperanzas de que pronto romperán la sequía de títulos que arrastran. Puede ser dentro de tres días en el Navarra Arena, pero no quiere meterle prisa «porque estoy seguro que, si sigue así, en un par de años ganará más de una txapela», recalca.

Pero el delantero está ante su primera oportunidad de coronarse como campeón del torneo más preciado, que pondría la guinda a su más que destacada temporada, y Olaizola II ha cuidado todos los detalles para que llegue en las mejores condiciones posibles en el plano deportivo. La experiencia le dice que «un pelotari necesita alcanzar el choque cumbre con la conciencia tranquila y la sensación de que todo lo ha hecho bien», y se ha esmerado en ello.

El martes disipó sus dudas con respecto a una cancha en la que había jugado hace cuatro años y ya no se acordaba de cómo era. El de Goizueta le vio «más a gusto» que la semana pasada en la que todavía arrastraba la tensión de la semifinal disputada contra Altuna III. «Aquel triunfo le vino muy bien desde el punto de vista psicológico, por lo que de aquí en adelante cambiarán las cosas con respecto a esos duelos». Pero eso ahora ya es pasado y no quiere que el pelotari desvíe el punto de atención que está puesto en la txapela del Manomanista.

En aquel entrenamiento ta solo trabajaron aspectos técnicos «porque el trabajo ya está hecho». Vista la acumulación de partidos que lleva desde su regreso al profesionalismo tampoco es conveniente forzar, «sino tratar de que mantenga el juego».

Su explosión se explica como una mezcla de las cualidades innatas que atesora con la constancia que ha demostrado a la hora de aplicarse en los entrenamientos. «No basta con ser un fenómeno. Si descuidas el segundo aspecto no mejoras y los rivales sí lo hacen, y da gusto trabajar con él», subraya Olaizola II.

Laso pone empeño en todo. «Por algo ha mejorado tanto su golpe, la velocidad que imprime a la pelota, la resistencia... Ha dado un salto increíble y tiene más confianza». La ambición del pelotari ha hecho el resto. «Quiere más y ha puesto todos los medios. En caso contrario es imposible que estuviera ahí arriba».

Su salto ha llegado acompañado de una capacidad de atracción hacia el aficionado que no se veía desde la irrupción de Altuna III, que le ha convertido en un filón para su empresa y ha recuperado una rivalidad entre operadoras «que es buena para la pelota».

Ahora solo hay que tratar de allanarle el camino. Y en ello está el pequeño de los Olaizola. Además de dirigir sus entrenamientos, el responsable deportivo ha intentado transmitirle confianza «para el salga al partido lo más tranquilo posible y que sea capaz de desplegar su mejor juego. Si lo consigue tendrá muchas opciones».

Lo que más teme de Ezkurdia es la velocidad que imprime el de Arbizu a la pelota. «Es uno de los mejores defensores de aire y con su volea es capaz de sacar a cualquiera hacia atrás. Además, físicamente es muy duro». Sabe que Laso necesita sujetar al choque al principio por la agresividad que mostrara su rival, «y tiene que acertar en los momentos clave».

Mañana volverán a realizar una sesión suave en el Navarra Arena. Laso acostumbra a hacerlo antes de los duelos de estas características y no conviene cambiar la rutinas. «A estos niveles, las pequeñas cosas tienen mucha importancia».