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juan pablo martín
Lunes, 18 de octubre 2021, 00:46
Una parada al txoko sirvió para que Aimar Olaizola ganara el partido de su despedida del frontón Bizkaia y pusiera el punto y final a ... su carrera en el territorio. Con el frontón rendido a su figura. 1.390 aficionados puestos en pie le tributaron la última ovación a uno de los mejores pelotaris de la historia que sigue con su cuenta atrás hasta que cuelgue el 'gerriko' dentro de prácticamente un mes. Fue una despedida emotiva por muchos condicionantes que llegó a emocionar al de Goizueta. Se sintió arropado por el número de seguidores que congregó, la mayoría locales, aunque también hubo aficionados de fuera conscientes de que era una de las últimas oportunidades de rendirle su particular homenaje. Los partidos que le quedan son pocos, y en el último será imposible estar en Goizueta por la capacidad del frontón y porque el delantero quiere dedicárselo a sus vecinos.
Los aledaños del frontón Bizkaia presentaban un aspecto inusual una hora antes del inicio del festival, señal de que el tirón del navarro es grande por su palmarés y por la huella que dejará. Camisetas con su nombre a la espalda ya advertían de que el número de sus fieles, de todas las edades, iba a ser grande. Muchos relacionados con el mundo de la pelota como el excampeón vizcaíno Roberto García Ariño, que también fue su intendente en Asegarce -ahora Baiko-. «En su carrera ha dado una lección de profesionalismo. De jugar bien a la pelota y saber estar en la cancha. Ha mostrado qué es este deporte y es un ejemplo a seguir», destacó.
Algún club de pelota como el Olarreta de Larrabetzu también aprovechó para acudir con los más pequeños para «crear afición». «Para que vean a uno de los mejores pelotaris de la historia y se queden con el recuerdo», admitió uno de los padres. Pero fueron muchos más los que no se quisieron perder el encuentro del navarro, que en la cancha de Miribilla ha cosechado cinco txapelas en las distintas modalidades.
El vicerrector del campus de Gipuzkoa de la UPV-EHU y expresidente del club de pelota de Markina, Agustín Erkizia lo tenía claro. «Ha sido una referencia inevitable para todos los que amamos la pelota. Con más de 20 años de carrera ha sabido adaptarse a la evolución que ha tenido este deporte, algo que es muy complicado», señaló.
Fernando Palacios, hijo del mítico Ogueta y expresidente de la Federación Alavesa, se crió con Retegui y Galarza, «luego pude ver a Eugi y a Beloki, pero con quienes he disfrutado de verdad es con Irujo y Aimar. Hemos montado un montón de partidos en Vitoria con ellos dos y hoy -por ayer- uno se despide, y que menos que estar aquí para despedirle como se merece», manifestó. No conoció a otros grandes, «incluidos los que son de mi sangre, pero Olaizola ha sido un fenómeno», subrayó.
Todos se dieron cita en unas gradas que se fueron entonando conforme se acercó la hora del choque, pero antes llegó otra de las sorpresas emotivas porque fue su compañero de empresa, Andoni Aretxabaleta, acompañado de su hermana Nerea al txistu y al tamboril, el que le brindó el aurresku de honor. La cara de Olaizola II lo decía todo al ver al zaguero con el que jugó la final de 2014 del Parejas entregarle la txapela antes de comenzar a bailar. «Era algo que le había prometido hace muchos años y creo que lo ha agradecido y ha quedado bonito. Olaizola II ha dado mucho a la pelota y, aunque en este deporte hayan pasado muchas cosas se lo merecía», apuntó el de Markina.
El diputado general, Unai Rementeria, y la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Lorea Bilbao, le hicieron entrega de un obsequio antes de que el campeón tomara la palabra para recalcar que el frontón Bizkaia «siempre ha sido muy especial. Cuenta con una de las mejores aficiones y siempre os llevaré en el corazón». Cuando puso la pelota en juego dejó notables muestras de su calidad en el encuentro que junto con Albisu ganó (22-13) a Urrutikoetxea e Imaz. El navarro firmó once tantos, siete con el gancho que tantas alegrías le ha dado y que hicieron que el cántico «Aimar, Aimar, Aimar Olaizola» se escuchara varias veces por última vez en el frontón entregado.
Aimar Olaizola terminó emocionado con el homenaje que le tributó la afición vizcaína. «Emocionado y contento», se despidió de uno de los frontones que más le gustan. «Si tendría que decir uno, diría éste. Es un frontón pesado, que cuesta jugar. Y siempre me he sentido muy cómodo», se confesó Aimar Olaizola. Era un día especial. «He estado a gusto, muy a gusto. Ha sido todo muy bonito. Ha habido un gran ambiente en el frontón. Siempre que he venido aquí me he sentido muy cómodo. Y hoy también. La gente siempre me ha mostrado mucho cariño. No sé por qué», aceptó el de Goizueta. Ya no volverá a pisar el recinto de Miribilla como jugador. Aseguró, por supuesto, que lo hará como espectador, que se sentará en la grada y disfrutará, pero ya no será uno de los protagonistas a los que iluminen los focos. «Es la última vez que me visto de blanco. Y estoy muy agradecido a la gente». Por cierto, le agradó sobremanera la sorpresa del aurresku. «Me ha hecho muchísima ilusión. Ha sido muy bonito», le dedicó a Aretxabaleta.
1.313 partidos son los que ha jugado Olaizola II hasta el momento.
23 años ha jugado como profesional y se retirará el 13 de noviembre con 42 años.
26 finales ha jugado, de las que once han sido en Miribilla.
5 de las 14 txapelas que atesora entre las tres modalidades las ganó en el Bizkaia.
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