Barandika y López, sin fisuras

La segunda semifinal de la Final Four de cesta punta era un caramelo envenenado para Erkiaga y Basque. Fueron los dos puntistas, cada uno en su posición, más regulares de la temporada en la Jai Alai League y se enfrentaban a los cuartos clasificados, Barandika y López, que estuvieron a punto de no ser pareja porque el zaguero de Zumaia no se clasificó hasta la última jornada, pero forman una combinación temible. Y el de Gernika y el guipuzcoano jugarán el choque cumbre tras ganárselo a pulso este lunes en el frontón de Durango. Ofrecieron una versión sin fisuras que terminó por desesperar a Erkiaga y someter a su zaguero.

En una cancha con las dimensiones del Ezkurdi buscar un hueco fue una odisea para el de Ispaster, mientras que los ganadores sacaron el bisturí para diseccionar sin prisa la defensa del vascofrancés a base de cargar atrás. Pocas veces se ha visto a Erkiaga en semejante estado en una cancha, hasta el punto de perder las tres últimas pelotas del segundo set cuando lo tenían casi en su mano. El mago no tuvo su noche, pero el trabajo de fondo de sus rivales fue impecable.

El de Gernika se mostró especialmente enchufado a lo largo de todo el choque. No tuvo prisa. Estuvo atento para ayudar a su compañero con una gran defensa, acabó bien las oportunidades que dispuso y fue el más regular de los cuatro protagonistas. López estuvo muchos minutos cómodo atrás, sinónimo de que tenían el choque bastante controlado.

Dejaron patente en el primer set que sus rivales iban necesitar todos sus recursos para encontrar huecos. En un juego que fue de menos a más, supieron moverse a la perfección. Tras unos primeros compases de tanteo en los que primaron los errores por ambas partes comenzaron a romper el juego a base de insistir en poner la pelota atrás para anular al delantero de Ispaster. Bien colocados sobre la cancha comenzaron a generar dudas en sus oponentes porque consiguieron poner la pelota entre ambos.

A destacar el dos paredes de derecha del guipuzcoano desde el cuadro diez, y la pelota que encestó Barandika en el ancho tras dejarla pasar entre la piernas para responder a una cortada de costado de Erkiaga. El tanto terminó cayendo del lado contrario, pero fue un síntoma de lo metido que estaba en el choque. Los derrotados llegaron a remontar hasta el 11-12, pero se les escapó el juego por sus propios errores (11-15).

En el segundo, la intensidad aumentó. Erkiaga comenzó como un tiro. Engrasó su costado para atropellar a sus rivales. Basque le siguió (8-4). Pero la pelota con la que estaban jugando se rompió y el de Ispaster se desinfló. Sus rivales mantuvieron sus prestaciones para comenzar la remontada y empatar de diez. Los derrotados echaron el resto y por fin generaron alguna duda en Barandika y López. Llegaron a estar a un tanto para llevarse el segundo set y jugársela al todo o nada (14-11), pero esta vez los riesgos asumidos por Erkiaga no dieron sus frutos (14-15).