Aspe gana la cosecha riojana

Mientras estuvo bien, los que vistieron de azul consiguieron ir por delante en el luminoso hasta con cinco tantos de ventaja, después de un inicio igualado. A los delanteros les costó ajustar el punto de mira y cedieron más pelota de la que acostumbran en los compases iniciales. Mariezkurrena II fue el mejor en esta fase de la contienda porque además de soltarle bien a la bola sumó tres tantos. A pesar de todo, los azules no consiguieron marcharse en el luminoso y una chapa del guardaespaldas de Baiko permitió a sus rivales empatar el choque a siete.

Fue a partir de entonces cuando Artola entró más en juego y consiguió decantar la balanza de su lado. El de Alegia estuvo fino en el remate y abrió un hueco (8-13 y 10-15) interesante. El de Zaratamo respondió por momentos, lo que posibilitó que no se marcharan definitivamente.

Pero para entonces Mariezkurrena II ya había comenzado a dar algún síntoma de debilidad y la reacción de los colorados fue inmediata. El material bajó y exigió a los delanteros ser mucho más certeros a la hora de abrir huecos.

Tras el 12-18, Elezkano II empezó a arriesgar más porque la situación se empezaba a complicar y dispuso de más pelota para hacerlo. Atrás Ladis Galarza estuvo cómodo porque su rival no le apretaba. Como consecuencia de ello los de Aspe lograron un parcial de 8-0 que incluso les puso por delante en el luminoso en el momento decisivo del partido (20-18).

Sin embargo, al vizcaíno se le escapó un gancho a la raya y, vistos los problemas que tenía su compañero, Artola reclamó mayor protagonismo. Suyos fueron los dos tantos siguientes que llevaron el cartón 21 a su marcador y les dejó a falta de uno que no llegó. La emoción presidió el final de la contienda. Después de un tanto bastante peloteado, Elezkano II se sacó un gancho inalcanzable que devolvió la tablas al partido.

En el último tanto prácticamente no hubo peloteo. El de Zaratamo abrió una pelota al ancho nada más sacar y el de Alegia no pudo devolverla con la derecha al frontis, por lo que los colorados levantaron los brazos como ganadores.