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«Entiendo que con cuarenta minutos de partido puede que no sea suficiente porque las entradas valen dinero, y que no es fácil para el intendente, pero así no podemos seguir». Jokin Altuna habló alto y claro tras la conclusión de la segunda semifinal de ... La Blanca. Tras la paliza que se habían dado, el de Amezketa se desahogó con el material después de que se cruzaran 758 pelotazos en más de hora y media de partido, el más largo de los que se han disputado hasta el momento en verano. Y venía de jugar dos días antes otro intenso duelo en Bera con 735 pelotazos en 75 minutos.
Desde su empresa Aspe calificaron lo sucedido en ambos casos como «un hecho puntual». «Es cierto que en Bera fue bajo pero, en líneas generales, estamos contentos con el material», manifestaron. El de Amezketa es el que mayor número de encuentros está acumulando durante la época estival y la carga de trabajo es importante, «pero tenemos que mirar la situación de una forma global. Entendemos que puede estar agobiado porque los partidos han sido duros», señalaron.
Es el precio a pagar por ser uno de los referentes de la pelota. Marca la diferencia y le quieren en los festivales de muchos pueblos por la atracción que supone verle jugar, así que su calendario está repleto durante esta época del año. Por su calidad también tiene que estar en todos los torneos, por lo que el trabajo se le acumula. «Para mí el verano es mucho mas duro que el resto del año», admitió el pelotari.
Pero desde la promotoria entienden que confluyen otros factores para explicar que los encuentros se endurezcan. Los rivales tratan de crecerse cuando juegan contra él. Quieren ganarle. Para ellos es una motivación extra medirse a un delantero de este calibre. Más aún sabiendo que Altuna III está trotado y que una de sus bazas es ver si baja sus prestaciones a medida que acumula el cansancio.
El material siempre ha perdido brillo. Es cierto que hay determinados lotes que pueden hacerlo antes que otros. Pero desde hace varios años las quejas respecto a los cueros se han reducido drásticamente en los torneos oficiales donde hay mucho más en juego.
Las pelotas como las del torneo de Vitoria las ponen los dos intendentes de Aspe y Baiko sin saber quiénes van a ser los protagonistas de los partidos. Sólo se tiene en cuenta la cancha para evitar suspicacias de que se puede beneficiar a unos u otros. No resulta sencillo porque tienen que encontrar un equilibrio para que no se rompa el choque pronto por exceso de material y que no se prolongue demasiado.
En los dos últimos partidos han confluido diferentes circunstancias que han llevado a Altuna III a levantar la voz. Pero el material no ha sido sólo el problema.
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