Altuna III supera a un lesionado Peña II en el frontón Ogueta

Altuna III se ha impuesto a un Peña II lesionado en su estreno en la competición. Cuando peor lo estaba pasando sobre la cancha ha llegado el contratiempo que lo ha cambiado todo a su favor. Porque el de Tolosa le ha tenido acorralado en la primera parte del choque. Tenía que ser valiente, y lo ha sido. Imprimir velocidad a la pelota para que el que vestía de colorado no estuviera cómodo, y lo ha hecho. Pero sobre todo ha asumido riesgos a la hora del remate y muchos le han salido.

Ha dejado patente desde el inicio que estaba dispuesto a jugar al límite con una dejada en la punta y un gancho. Ha variado el saque e incluso buscado el ancho para generar dudas en el Aspe y, aunque ha tenido que trabajárselo, lo ha conseguido.

El de Amezketa se ha aprovechó de los errores rivales para meterse en el encuentro y ha sacado a relucir su calidad porque se ha generado buenos segundos golpeos con su jugada inicial a pared y se ha movido bien en el fuerte ritmo con el que han contado los tantos. Ha llegado a colocarse con un 7-3 a favor, pero Peña II ha seguido centrado a la espera de su oportunidad. Con otra dejada en el ancho ha recuperado el saque, y el partido ha entrado en un fase de incertidumbre porque ambos se han empleado con contundencia. Ha ido por tacadas. El tolosarra ha encadenado una de seis tantos que le ha puesto por delante en el marcador, pero la respuesta del campeón fue inmediata y en el ecuador (11-11), tras 137 pelotazos, la tensión era máxima.

Peña II ha seguido convencido y no varió el guion. Suyos han sido los tres tantos siguientes que le han servido para corroborar que estaba en el buen camino. Ha dado un paso al frente en cuanto ha podido y ha atacado. A Altuna III le han entrado las dudas, sobre todo en el resto, porque su rival estaba lanzado.

Luego ha llegado la lesión de Peña II y la tranquilidad para el campeón. Tras seis minutos en el vestuario donde le han aplicado calor y la han vendado la zona, ha regresado a la cancha. Pero su cabeza ya no estaba en el partido porque los dolores a la hora de desplazarse le recordaban una y otra vez que podía ir a peor. El de Amezketa ha aprovechado la circunstancia y plasmado su superioridad.