«Altuna III tiene más responsabilidad»

Rubén Beloki vivió un buen número de este tipo de partidos que durante una época nunca faltaban a lo largo del verano. «Los conocemos como revanchas, aunque no lo sean. Las habré jugado catorce o quince años seguidos, alguna incluso con anterioridad a ganar mi primera txapela manomanista. Me enfrentaba sobre todo a Patxi Eugi, que me ganó la mayoría de las veces. Pero también tuve como rivales a Fernando Arretxe, Mikel Goñi, Abel Barriola y Juan Martínez de Irujo. Casi todos han sido en el Ogueta de Vitoria, durante la feria de La Blanca. Era una cita clásica».

Reconoce el exzaguero de Burlada la dificultad que entrañaban para él estos partidos por la época del año y por sus características como pelotari. «Al no ser un delantero al uso, me resultaba difícil jugar mano a mano en esas fechas. Me programaban en casi todos los torneos de parejas del verano, la carga de actividad era alta y llegaba sin hacer ni saques ni remates. También me costaba jugar por la noche. Mi cuerpo no respondía igual que por las tardes. Hubo ocasiones en las que empezamos partidos mano a mano en el Ogueta hacia las doce de la noche».

El mano a mano estival de este año no corresponde a ninguna revancha, lo cual no le resta un ápice de interés según el cuádruple campeón manomanista. «Es el partido más bonito que se puede montar a día de hoy. Altuna III es el vigente campeón, también del Cuatro y Medio. Y Laso está en el runrún de la calle. Todos me preguntan por él».

Distingue Rubén Beloki la perspectiva desde la que cada pelotari afronta el encuentro. Sabe de lo que habla porque lo ha vivido dentro de la cancha. «Hombre, Jokin es el campeón y parece que pesa sobre él mayor responsabilidad. Pero si estuviera en su lugar, no me comería la cabeza con eso. Tiene que intentar disfrutar del partido. Altuna III da el callo todo el año. Y eso es lo importante para un pelotari».

En cambio, considera el de Burlada que «este mano a mano es un caramelo para Laso. Desde que regresó a Baiko está venga a tocar la puerta. Y cuando le ponen, responde bien. Lo mismo en el cuatro y medio que en toda la cancha o por parejas. No tiene nada que perder y saltará a la cancha con esa tranquilidad».

La cotización de Unai Laso se ha elevado en apenas mes y medio, desde la final del Cuatro y medio navarro del Labrit. El cambio viene dado por los excelentes resultados de un Laso que se presentó a aquel compromiso con un bagaje de tres victorias consecutivas. Tras aquella derrota ha ganado los cuatro partidos que ha disputado. En resumen, lleva un balance de siete victorias en ocho comparecencias.