Altuna III pone rumbo a las semifinales

Los que vistieron de colorado eran los que más se jugaban en el choque que cerraban la jornada, y Altuna III acostumbra a crecerse en este tipo de compromisos. Así lo hizo. Estuvo especialmente inspirado a la hora de abrir ángulos. Hizo mucho daño con el gancho y terminó por desesperar a sus rivales porque casi siempre puso la pelota donde quiso. Martija se asentó conforme pasaban los minutos, y en la segunda mitad de la contienda fue el de siempre. No perdió pelota y tuvo una bonita pugna en los cuadros largos con Imaz.

Los que vistieron de azul no jugaron mal, pero con el delantero guipuzcoano en semejante estado de gracia es muy complicado plantarle cara. Motivado desde los primeros compases porque por primera vez podía conseguir el pase directo a las semifinales, desplegó su magia para deleite de los espectadores.

Laso no renunció a la pelea en los cuadros alegres lo que posibilitó que el choque contara con ritmo, pero en la mayoría de la refriegas en las que se metió salió escaldado. Los de Baiko arrancaron por delante en el luminoso, pero fue algo efímero. Desde los primeros compases ambos delanteros buscaron enredar y aprovechar la mínima ocasión que tuvieron para entrar a la pelota. Fue a partir del 2-3 cuando el de Amezketa comenzó con su particular recital. Seis tantos consecutivos de bella factura, casi todos en el ancho, hicieron pensar que podían romper el choque. Pero el navarro y el de Oiartzun aguantaron hasta el ecuador porque Laso también reclamó su protagonismo y porque Martija perdió tres pelotas de las que no acostumbra (12-10).

En la segunda mitad del choque los colorados insistieron y esta vez no hubo quien les parara. Otra tacada de seis les permitió distanciarse definitivamente en el luminoso. Sus rivales necesitaban arriesgar para volver a engancharse, pero las cosas no les salieron y Altuna III y el zaguero Etxeberri alcanzaron su objetivo.