Altuna III marca la diferencia en el Beotibar

Jokin Altuna jugará su sexta semifinal consecutiva del Cuatro y Medio. El de Amezketa no falló contra Bengoetxea VI. No acostumbra a hacerlo en los momentos clave de los campeonatos, y ayer en el frontón Beotibar de Tolosa marcó la diferencia con respecto al navarro. Partía como claro favorito para la cátedra, aunque vista la trayectoria del de Baiko y su capacidad para enredar los partidos, siempre quedaba el poso de la duda. Pero el del Amezketa es de los que mantiene la cabeza fría y cuenta con numerosos recursos para desestabilizar a cualquiera.

Sacó su mejor versión cuando tenía que hacerlo. En los dos partidos anteriores no se le había visto fino, pero frente al de Leitza interpretó a la perfección el guion que traía preparado desde casa. Aguantó el primer arreón de su oponente, imprimió velocidad a la pelota y consiguió mover a su rival. Estas tres premisas fueron suficientes para domar a la fiera que Bengoetxea VI lleva dentro porque, con 39 años, la edad pesa y el físico, más.

El navarro lo intentó. En caso de perderlo era el partido que cerraba su carrera en un torneo oficial, según confirmó posteriormente. Era su última tentativa para seguir vivo en una distancia que le ha ido como anillo al dedo, pero tuvo que rendirse a la evidencia. Acaba contrato a finales de año y su empresa todavía no se ha puesto en contacto con él para notificarle nada, pero el navarro da por hecho de que esta distancia ya es pasado. «Todavía me quedan unos meses y ellos decidirán si sigo algo más o no, pero aceptaré la decisión sin problemas», señaló. En octubre ha hecho diecinueve años de profesional y tiene la ilusión de llegar a los veinte, «y lucharé para ello».

Frente al de Amezketa también lo hizo, pero se encontró con un rival muy sólido que va a más conforme se acerca el final de la competición. Altuna III fue superior en casi todos los aspectos. Hizo más daño con la jugada inicial, supo controlar la situación en todo momento y el peso del juego acabó por darle la razón.

El navarro no pudo desplegar la magia que acostumbra porque no estuvo cómodo. Tampoco consiguió agarrarse al choque más que en los primeros compases. Hasta que Altuna logró controlar el punto de tensión con el que comenzó. Fue a partir del 5-4 cuando el guipuzcoano estuvo más suelto, evitó los regalos que había hecho antes y, centrado, abrió un boquete en el luminoso que fue imposible de cerrar para su oponente.

Colocó casi siempre la pelota donde quiso, se hizo con el centro de la cancha y logró abrir huecos. Bengoetxea VI no pudo cerrarlos porque sus piernas ya no están para demasiado castigo y la capacidad del colorado a la hora de acabar los tantos es muy elevada. Basta como ejemplo el dos paredes que se sacó en el 15-4 después de tener que dar un par de pasos para atrás. Soltó la izquierda con una fuerza y precisión exquisitas.

Poco más tarde, el navarro pidió su segundo descanso porque veía que el choque se le escapaba, pero tampoco encontró la solución a sus problemas. Para entonces el de Amezketa estaba crecido y seguro de sus opciones, por lo que le costó poco cerrar el choque.

En el partido del Cuatro y Medio de promoción que abrió el festival, Bakaikoa certificó su pase a semifinales tras superar (22-18) a Salaberria.