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Todos empiezan de cero, pero la liguilla de semifinales del Parejas se presenta cara. Las cuatro combinaciones más competitivas de los últimos tres meses miden sus fuerzas en tres jornadas claves en las que «la que haga un partido malo lo va a pagar». Lo advirtió ayer Jokin Altuna en la elección de material del frontón Ogueta de Vitoria. El de Amezketa y Martija se miden en la capital alavesa a Peio Etxeberria y Zabaleta. No valdrá con hacer «dos encuentros buenos, porque el tanteo será importante al final de la liguilla», añadió. Tendrán que «saber sufrir y estar en la cancha».
El guipuzcoano ya ha olvidado sus problemas en la zurda, pero su hombro izquierdo protesta de vez en cuando. Son las dos lesiones que le obligaron a suspender hasta seis encuentros en la fase anterior. «Todavía tengo momentos que me molesta cuando vengo a entrenar», recalcó. Sin embargo, ha logrado recuperar las buenas sensaciones para la fase decisiva del campeonato. «Los dos llegamos en un buen momento y con muchas ganas. Con toda la ilusión del mundo. Es un partido complicado, pero tendremos nuestras opciones».
La última vez que se enfrentaron a los que vestirán de azul cayeron derrotados en el mismo escenario por tres tantos de diferencia. En aquella ocasión, el delantero no dio su mejor nivel. «Trabajé, pero a la hora de acabar el tanto no estuve fino». Esta vez espera que cambie la situación.
El que sí se mostró a la altura fue su compañero. Martija ha crecido conforme pasaban los partidos y ha conseguido estar «muy a gusto» sobre la cancha. «La pelota me sale bien de la mano y estoy con confianza. Estoy disfrutando y así se ve todo de otra manera», apuntó. Después de que el año pasado lo pasara bastante mal y se quedara fuera de esta fase, regresar es «una gozada». «Ahora hay que demostrar que por algo estamos aquí».
Para el zaguero navarro, abrir la liguilla con una victoria «es importantísimo porque vas con otra confianza al resto de los encuentros. El domingo hay que ganar como sea». Un buen inicio de partido contra los segundos clasificados en cuartos les puede ayudar a afrontar el resto del choque de otra manera. «Todos los tantos cuentan, y hay que estar en cada uno muy metido y con las ideas claras», coincidió con su compañero.
Zabaleta confirmó el viernes tras una prueba que la rotura de fibras que tenía en el muslo de su pierna derecha ya estaba curada. No había entrenado hasta esta semana y el martes acudió con su compañero al escenario del choque. «Estuvimos un buen rato en el frontón y quedé contento. Con bastantes menos dudas que en los últimos días», señaló.
Sale reforzado tras el descanso que han tenido por hacer bien los deberes en la fase anterior. Comienza el desenlace en su cancha favorita y con un compañero al que ve «muy enérgico». «Nos apoyamos mucho mutuamente», subrayó.
Peio Etxeberria será la primera vez que juegue las semifinales, pero considera que la final del Cuatro y Medio que disputó el pasado mes de noviembre le servirá a la hora de gestionar la presión. «Zabaleta es un veterano y me está sabiendo llevar muy bien, y más que nervios yo diría que tengo ilusión», manifestó.
Ambas combinaciones quedaron satisfechas con el material que encontraron en el cestaño. Altuna y Martija escogieron primero y se quedaron con la pelotas que tienen un poco más de vuelo, «pero las nuestras son pelotas correctas», destacó el delantero de Zenotz.
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