Altuna huye de favoritismos en la final ante un Rezusta que se ve «preparado»

La renuncia de Artola por su lesión en el dorsal del hombro derecho ha provocado que la final del Manomanista de este año sea distinta. Trece años después, un delantero, Altuna III, y un zaguero, Rezusta, medirán su fuerzas por la txapela más preciada. El primero no quiere el cartel de favorito a pesar de tener varias finales y títulos en la luchas individuales a sus espaldas y ser uno de los manistas del momento. El segundo reconoce la dificultad de enfrentarse contra el de Amezketa, que le define como un guardaespaldas «con experiencia, tranquilo y centrado».

Ambos se vieron ayer las caras por primera vez en la elección de material, y llegan con buenas sensaciones al choque cumbre. El de Bergara ha sido previsor y, tras conseguir la tercera plaza, lo ha preparado a conciencia a pesar de que no sabía si iba a jugarlo. Aunque tan solo han pasado un par de días desde que conoció que el domingo se vestiría de blanco, ya ha asimilado que está ante una gran oportunidad . «No tengo muchos días para darle demasiadas vueltas a la cabeza y eso puede ser bueno», manifestó. El trabajo acumulado le permite estar tranquilo a estas alturas de la semana «por lo que no hay excusas», señaló.

Sabe que tiene un duelo «complicado», pero está «ilusionado porque es un partido bonito. Espero llegar bien para ver si le doy un susto». Para tener opciones deberá hacer hilar fino desde el primer pelotazo y aprovechar «cada detalle». Es consciente de que a nada que conceda una oportunidad a su rival se le puede complicar el tanto. «Altuna III enseguida te enreda. Si entro en su juego en los cuadros alegres no tengo nada que hacer. Tampoco tengo que volverme loco en hacer cosas raras. Lo que haga tengo que hacerlo bien», insistió.

Rezusta también necesita asumir riesgos y está dispuesto a ello. Aunque en otros encuentros puede que se haya precipitado a la hora de hacerlo, considera que tiene que incomodar a su oponente para que aumenten sus opciones de terminar el tanto. «Tendré que moverle, buscar el sotamano y tratar de cambiar el ritmo».

Jokin Altuna ya barruntaba que iba a tener al guardaespladas como rival vistos los acontecimientos de los últimos días con la lesión Artola. Pero el de Amezketa reconoció que estaba «mentalmente preparado» para ello. Pero más que el adversario, lo que le preocupa es «mi juego». «Doy mucha importancia a mi trabajo y tengo que centrarme en él», señaló. Sabe que en el caso de que consiga plasmar el juego que ha mostrado a lo largo del campeonato, y que ha tratado de mantener durante las tres semanas que ha estado parado, tiene muchas posibilidades de sumar un nuevo título. Sin embargo, elude el cartel de favorito. «Llevo con él bastante tiempo en los partidos individuales y no sirve para nada. La presión es la que se pone cada uno, y solo tengo en mente prepararme lo mejor posible», señaló.

El aplazamiento de una semana le trastocó «un poco» sus planes en cuanto a la preparación, pero desde entonces no ha pensado si el retraso le ha venido bien o mal. Ha estado pendiente de lo suyo y ha obtenido resultados. «Sé que estoy bien y eso me tranquiliza», dijo. Cuestionado sobre la posibilidad de cargar el juego sobre la derecha al zurdo de Bergara, Altuna III fue tajante. «El partido me lo dirá. Pero no tengo que cegarme en su diestra. Si te centras solo en las características del rival te puedes ir del encuentro. Y estoy seguro de que si hago un buen saque a pared también le va a costar». concluyó.