El sueño de dos alaveses entre las dunas y volantazos

Luego, reconocen que que cuando sacaron la calculadora la cosa empezó a ponerse un tanto negra, pero rápidamente encontraron respuesta en forma de apoyos. «Tenemos que agradecer a mucha gente la apuesta que ha hecho por nosotros, no sólo a los patrocinadores sino a otros muchos que de otras maneras han posibilitado que nosotros hayamos tomado parte en esta carrera», reconoce Nekane. Y es que sólo inscribir al camión con el que han competido les ha supuesto 23.000 euros. «A partir de ahí, empieza a sumar otros gastos. La verdad es que nos hemos dejado una pasta importante, pero la experiencia ha sido brutal», apunta Santi.

Y es que sortear desde lo alto de su Mercedes 2636 todos los días las dunas, los caminos de piedra y la arena que se han encontrado han tenido su parte de épica. Les ha tocado más ayudar a otros que ser ayudados. La avería más importante la tuvieron casi recién llegados al campamento. «Tuvimos que levantar la cabina del camión para reparar un contratiempo y por poco se nos cae al suelo», recuerda ahora entre risas el zuyano. Ellos han tomado parte en la categoría de clásicos, quedando segundos en la categoría de camiones y decimonovenos en la general, computados también los coches. «Nuestra idea era la de acabarlo, con eso nos conformábamos. Pero encima hemos tenido ese resultado con el añadido de que muchos días hemos tenido que remolcar a varios coches, así que estamos supercontentos», cuenta la piloto de Valdegovía.

Para Nekane, la experiencia no ha sido tan dura como la pintaban. «Eso de que el Dakar es el rally más exigente de todos no lo tengo claro. Para mí, ha sido más ameno de lo pensado. Teníamos todas las comodidades cuando llegamos al campamento y no nos ha faltado de nada. Por lo que nos han contado otros pilotos hace años cuando era el París-Dakar sí que la cosa era más compleja, porque dormían en el suelo y la navegación no era como la actual», describe.

Eso sí, no han dormido más de cuatro horas de media al cada jornada. Otras doce sólo invertían en completar cada etapa y luego tocaba revisar su camión para el día siguiente. Por supuesto que en su móvil hay una foto con Carlos Sainz y en el horizonte el pensamiento de que la experiencia pudiera repetirse. El debut ha colmado sus expectativas y con once meses por delante todo puede suceder.