B. V.
Viernes, 19 de enero 2024, 14:38
El Dakar es toda una prueba de supervivencia. Llegar a la meta ya es un reto, pero ganar es para unos pocos elegidos. Una carrera en la que la suerte también es un factor importante. Que se lo digan a Carlos Sainz, vencedor en la categoría de coches, y que vio cómo Loeb perdía el liderato por una avería.
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A parte del galardón, Sainz se lleva un premio económico, que se queda en una cifra simbólica. El piloto madrileño se embolsa alrededor de 3.000 euros, muy lejos de lo que se llevan en otras modalidades. En motos, por ejemplo, el vencedor gana 50.000 euros, mientras que el segundo clasificado recibe 25.000 euros.
Unas cifras que se pueden explicar dada la peligrosidad y complicación que conlleva pilotar una moto en esta prueba, donde en cada etapa se juegan la vida.
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Pero parados salen los pilotos de camiones, que no reciben absolutamente nada.
Participar en el Dakar conlleva un alto coste económico. De hecho, la mayoría de los pilotos tienden a sufrir pérdidas, pues deben costearse ellos mismos el viaje. Solo algunos de los equipos más poderosos como KTM, Audi, Ford, Toyota tienen en nómina a los pilotos.
Como es el caso de Sainz, que casi con total seguridad, se llevará un bonus por parte de Audi por imponerse en el Dakar.
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